Cáritas atendió en Huesca el año pasadoa 6.000 personas, mil más que en 2012

Cada año más personas necesitan ayuda de Cáritas Diocesana de Huesca. El año pasado fueron un total de 6.000, mil más que el anterior y la cifra no deja de crecer. De hecho, desde que comenzó la crisis, las ayudas de primera necesidad se han multiplicado por diez, pasando de destinar a este concepto 25.663 euros en 2008 a 258.427 en 2013. Ante estos datos, la directora de Cáritas, Pilar Polo, que presentó ayer el balance del pasado ejercicio, no eludió referirse a la polémica «incluso con el Gobierno», dijo, en torno a un reciente informe de la entidad sobre pobreza y cohesión social. «A veces las verdades duelen y se nos acusa de tergiversar los números, pero Cáritas tiene que sentir y mostrar la realidad para poder generar una nueva», afirmó.

Añadió «que los brotes verdes se aprecian en la macroeconomía, eso es verdad, pero no llegan a las personas». Y quiso dejar claro que «en la diócesis de Huesca hay dificultades para sostener la vivienda y los gastos del hogar e incluso para acceder a derechos sociales». A la vez que alertó, como el informe, del riesgo de que el incremento de la desigualdad social se cronifique y la pobreza se consolide y aumente.

Según sus datos, el 90% de las 6.000 personas atendidas se concentra en la ciudad de Huesca, lo que supone que casi el 10% de su población está en situación de pobreza. El perfil medio del usuario de Cáritas es una persona de entre 35 y 50 años, es decir, en edad laboral activa, que tiene hijos a su cargo y está en situación de desempleo. El 58% son hombres, aunque estos suponen el 98% de las personas sin hogar, mientras en los servicios de acogida se atiende mayoritariamente a mujeres (el 60%).

Más del 90% de la actividad de la entidad va dirigida a familias. La media de ingresos de la unidad familiar atendida es de 250 euros mensuales. «Es pobreza extrema», subrayó el secretario general de Cáritas Huesca, Jaime Esparrach.

Más de la mitad, españoles

El secretario de la entidad quiso desterrar los tópicos que rodean a la ayuda social, asegurando que más de la mitad de los usuarios (52%) son españoles. Detalló que solo un tercio son de procedencia extracomunitaria (34%) y el 14% de la Unión Europea. Y quiso matizar que los atendidos de etnia gitana, «colectivo en grave situación de exclusión social», suponen un 10%.

Cáritas presentó la memoria de 2013 en la XII Asamblea Diocesana que reunió a 80 participantes y fue presidida por el obispo. Allí, Fernando Calvo, como administrador, expuso el presupuesto del año pasado, que estaba cifrado en 1.448.760 euros, pero tuvo que incrementarse durante el ejercicio un 6% para atender la creciente demanda de ayuda.

La ampliación presupuestaria se debió, principalmente, a la puesta en marcha el pasado mes de agosto de la despensa solidaria (20.800 euros), al incremento de solicitudes de ayudas para suministros (luz, gas, alquiler), que las ayudas de primera necesidad (alimentos, farmacia, etc.), concepto al que hubo que aportar 10.000 euros más; y apoyo a Cáritas de otras diócesis, que no llegaban a atender todas las necesidades (30.000 euros de más).

Los programas de inserción laboral (31%), el servicio de acogida (25%) y la atención a personas sin hogar (16%) se llevaron la mayor parte del presupuesto.

Crece la solidaridad

Una vez más, Cáritas destacó que la solidaridad ha crecido a medida que se ha agudizado la crisis (los donativos crecieron hasta 269.000 euros y se mantuvieron las cuotas de socios y colectas parroquiales). Y los ingresos también fueron finalmente un 11,37% más de lo presupuestado, alcanzando 1,6 millones, gracias al incremento de subvenciones públicas, herencias recibidas y el dinero obtenido por la venta de ropa, juguetes y enseres reciclados, entre otros conceptos. Los más de 77.700 euros sobrantes se van a reservar para posibles contingencias en próximos ejercicios.

Aún así, 2013 fue el primer año desde que comenzó la crisis en el que la suma de aportaciones de socios, donativos y colectas no llegó a cubrir el total de gastos. «La solidaridad es enorme pero aún así no es suficiente», concluyó Jaime Esparrach.

Y es que Cáritas tiene en marcha 33 proyectos en seis programas de actuación, que han crecido más un 25% desde 2005. «Como efecto de la crisis, aumenta el número de proyectos para atender nuevas situaciones de vulnerabilidad», señaló Jaime Esparrach. Y la directora añadió que el reto de la entidad es «estar atentos a las nuevas necesidades, con el empleo como primer compromiso, y afrontar los problemas de vivienda».

Durante 2013, Cáritas acogió a 40 personas en viviendas, repartió 258.427 euros en ayudas de primera necesidad (un 50% más que en 2012) y su despensa solidaria alimentó a 875 personas en los cinco meses desde que se abrió en agosto hasta final de año. Además atendió a 1.140 personas sin hogar, un 40% menos que en 2013, posiblemente por la menor movilidad de los sin techo y su envejecimiento, apuntó Esparrach.

Trabajo para 145 personas

Además 354 personas participaron en procesos educativos y 671 en acciones de empleo (200 más que el año anterior), lo que dio como fruto 145 inserciones laborales, «uno de nuestros mayores éxitos», se congratuló Esparrach. Cáritas ha creado su primera empresa, Carinsertas, que emplea a siete trabajadores, además fomenta contratos de inserción y maneja una bolsa de empleo. Y las becas (ayudas económicas por participar en proyectos educativos, formativos y promocionales) ascendieron a 250.000 euros.

Los representantes de Cáritas Huesca, que celebra en septiembre el 50 aniversario de su fundación, quisieron hacer un llamamiento a la esperanza y agradecieron su labor a los más de 450 voluntarios y 24 trabajadores de la entidad que dedican su tiempo a ayudar a los más necesitados. Y llamaron la atención sobre el incremento del volumen de gastos e ingresos que ha tenido la entidad en los últimos 15 años, pasando de manejar 300.000 euros en 1999 a 1,6 millones en 2013.