Alojamiento por sexo: un oscuro mercado en Zaragoza

Proliferan los anuncios de propietarios que ofrecen su piso a cambio de relaciones sexuales en la capital aragonesa.

"Ofrezco habitación céntrica en Zaragoza. Alquiler gratis a cambio de sexo". Es el prototipo de anuncio que se puede encontrar en internet con una simple búsqueda. Y no son casos aislados. El mercado inmobiliario ofrece su versión más oscura en los últimos años como resultado de la crisis. Propietarios y posibles inquilinos buscan acuerdos en los que la dignidad personal queda al margen.


Es la consecuencia de las situaciones de desesperación y necesidad que provoca la actual coyuntura económica. El sexo como mercancía de intercambio para salir adelante. Y las transacciones se dan en ambos sentidos. "Soy un chico trabajador limpio y sano busco una habitación a cambio de sexo y compañía, aportaría gastos. Responsable, trabajo fijo, tengo 42 años", ofrece un anuncio en la capital aragonesa publicado en una conocida web.


Se trata de un fenómeno muy extendido en las grandes urbes del país, y cada vez con más presencia en Zaragoza a través de internet. La búsqueda de este tipo de ofertas es más complicada en Huesca o Teruel.


Otro ejemplo en Zaragoza: "Busco habitación a cambio de sexo, solo mujeres, no importa edad, yo chico 32 años buen físico. Aportaría para los gastos". En la mayoría de los casos, el teléfono del anunciante no aparece, sino que se solicita contacto a través de correo electrónico.


La frecuencia semanal del 'pago del alquiler', la inclusión o no de los gastos comunitarios y otros aspectos entran entonces en juego en la negociación. Pero más allá de consideraciones técnicas o de la moralidad del acuerdo, se encuentran los límites legales.


Según fuentes de la Policía Nacional consultadas, este tipo de acuerdos no sería perseguible "siempre y cuando no exista una tercera persona que se beneficie económicamente". Lo que se combate es el proxenetismo, la explotación forzada de personas a cambio de dinero, no los pactos a los que puedan llegar dos individuos, más allá del carácter de los mismos.


Crece la prostitución en pisos

Para Sandra Mazziotti, responsable del área jurídica de la Fundación Cruz Blanca, esta realidad es "aberrante" ya que "se aprovecha de la gente sin recursos, de su estado de necesidad". Esta organización trabaja desde 2004 en la atención a personas con problemas: mayores, dependientes, familias en situación de exclusión...


Y también a mujeres que ejercen la prostitución. En este sentido, uno de sus pilares de actuación se enmarca en el programa O'Cambalach, que visita, asesora y controla los pisos utilizados para la trata de blancas, fundamentalmente en Zaragoza.


"Ejercer la prostitución en una vivienda privada conlleva grandes peligros, porque existe el riesgo de que sean agredidas y nadie se entera", explica Mazziotti. Por ello, trabajan por mejorar y vigilar las condiciones de uso de una importante red de pisos de la capital aragonesa.


"Les ofrecemos material preventivo, orientación, consejos relacionados con la salud, y con aspectos legales o ambientales", comenta. Según cuentan desde las asociaciones que velan por la seguridad de las mujeres y hombres que llevan a cabo esta actividad, las organizaciones clandestinas han modificado sus costumbres desde hace un tiempo para mantener escondidas en pisos a sus víctimas.


Son principalmente mujeres de los países del Este que son obligadas a prostituirse en inmuebles de difícil localización para la policía. De este tipo también se encuentran anuncios en la red. "Alquilo estupenda habitación en la calle  Anselmo Clavé, derecho a cocina y baño, primera planta, buen ambiente, tranquilo y bien acondicionado, solo para trabajadores del sexo, alquilo por semanas", se ofrece en otra página web.


Mazzioti asegura que el año pasado notaron un repunte en el número de pisos donde se practica la prostitución en la capital aragonesa. Y eso pese a que "la demanda de sexo ha bajado notablemente por la crisis". "Antes conseguían tres o cuatro servicios al día, y ahora apenas uno -reconoce-, por lo que han tenido que bajar mucho los precios: hay servicios por 10 euros".