Servicios sociales

El programa de comida a domicilio del Casco se extiende a familias sin recursos

Este servicio, que reparte comidas y cenas a personas con problemas de movilidad por precios reducidos en función de su renta, amplía su actuación para ayudar a familias con niños pequeños.

El programa reparte comida por el Casco Histórico
El programa reparte comida por el Casco Histórico
GUILLERMO MESTRE

El programa de reparto de comida a domicilio funciona desde 2010 con un convenio entre el Ayuntamiento de Zaragoza a través del Plan Integral del Casco Histórico (PICH) y SERCOPED (Reparto de Comida Elaborada a Personas Dependientes) de la Fundación La Caridad para atender a personas con problemas de movilidad (temporal o permanente), deficiencias visuales, disminuciones físicas o psíquicas de esta zona de la ciudad.


Según el PICH, este ha sido uno de sus proyectos sociales que más ha visto aumentada la demanda a causa de la situación económica. Debido a la crisis actual, este año se ha decidido ampliar la dotación económica para cubrir las necesidades alimenticias de familias con graves problemas económicos. Desde la oficina que gestiona el proyecto explican que "será una cuota pequeña porque este plan nació para problemas de movilidad. Ahora hemos ampliado el abanico pero para situaciones excepcionales, en las que se detecten menores con problemas de alimentación".


De esta forma, en casos de extrema necesidad, cuando en la familia haya menores de edad se podrá entrar a formar parte de este servicio para evitar problemas de nutición en los más jóvenes y por un precio que puede llegar a ser de cero euros, según la situación.


Doble objetivo

La Fundación La Caridad es la encargada de gestionar el reparto de la comida desde 1994 y fue en 2010 cuando se incluyó en el Plan Integral del Casco Histórico.


La organización tiene contratado un servicio con una empresa que lleva hasta la casa de cada persona los alimentos en bandejas individuales, envasados para su conservación y aptos para calentar en el microondas. Además, existe un menú adaptado para diabéticos y otro sin sal.


Desde el PICH explican que el programa tiene un doble objetivo. "Además de llevarles la comida a aquellos que no pueden hacerla ni salir a comer a otros lugares, evitando problemas de malnutrición, también la visita diaria de los repartidores garantiza que estas personas estén bien", afirman.


Comida y cena desde 35 euros al mes

El servicio aunque no es gratuito sí que está subvencionado por el Ayuntamiento de la capital aragonesa. El precio oscila entre los 35 euros al mes para las rentas más bajas y los 210 euros las más altas. Aunque para los nuevos casos con problemas económicos la cuantía "se prevé que pueda llegar a ser de cero euros".


En la actualidad este proyecto, que empezó de forma experimental pero que se ha consolidado con éxito, atiende a unas 170 personas al año. Desde el PICH recuerdan que es una cifra que oscila ya que "mucha gente mayor lo utiliza en situaciones puntuales, por ejemplo si se rompen una pierna" y han llegado a atender a "más de 200 personas a la vez".


En 2012 se atendió a 147 personas y se repartieron 31.892 comidas. Del total de beneficiarios, un 21,09% pagaba la cantidad mínima de 35 euros, un 47% abonaba 65 euros, al 23% le costaba 120 euros y solo el 8,8% accedía al servicio por el máximo de 210 euros. Más de la mitad de los usuarios recibieron esta ayuda a domicilio por problemas de movilidad.


Un sistema de rápida adjudicación

El sistema funciona con rapidez, la persona solicita en uno de los centros municipales de servicios sociales de cada distrito: San Pablo, Magdalena y el Rabal, la inclusión en el plan y "en 4 o 5 días" comienza a recibir la comida.


Desde la oficina del PICH cuentan que es tan rápido porque "no necesita un análisis del entorno familiar por parte de trabajadores sociales, solo de la renta". En el caso de las familias con problemas económicos la situación cambia ya que se necesita un estudio más profundo, pero "estas excepciones ya están analizadas por asistentes y trabajadores sociales que conocen la situación y han valorado el problema".


Se extiende por la ciudad

Lo que empezó siendo un proyecto experimental en el centro de la ciudad comienza a extenderse por Zaragoza.


En junio la Junta de Distrito del barrio de Las Fuentes aprobó la propuesta de IU de implantar el mismo programa siguiendo el modelo del PICH.


Este servicio se canalizará también a través de los centros municipales de servicios sociales y podría extenderse a otros barrios ya que el Ayuntamiento prepara su ampliación a toda la ciudad, que se gestionará a través del departamento de Acción Social.