Sanidad

"Tuve que poner un enema en el pasillo, entre biombos, para garantizar algo de dignidad"

La plataforma contra la privatización de la Sanidad denuncia la saturación en las urgencias del Servet, que el pasado lunes, 15 de julio, atendieron a más de 400 personas.

El acceso a las Urgencias del hospital Miguel Servet
Un pico de afluencia de pacientes satura las Urgencias del Servet
DGA

El pasado lunes, 15 de julio, las urgencias del hospital Miguel Servet de Zaragoza atendieron a 400 personas, saturando las consultas y provocando largas esperas y la utilización de los pasillos como refugio de las camillas. Entre el sábado y domingo anteriores se superaron los 600 pacientes, como publicó la versión impresa de HERALDO DE ARAGÓN.


La Plataforma contra la Privatización de la Sanidad en Aragón denuncia "el caos" que se vivió la semana pasada y que "no es la primera vez", pues en junio ocurrió algo similar. El intenso calor, que afecta sobre todo a los más mayores, es la principal causa del repunte en las urgencias de estos días.


Desde esta asociación explican que hubo momentos "con más de 100 personas esperando atención, otras tantas esperando para ingresar y más de 20 camillas amontonadas en los pasillos".


En verano se cierra una de las tres salas de observación en función del calendario normal que el hospital sigue cada año según los datos de afluencia del curso anterior. Sin embargo, desde la Plataforma recuerdan que "en cuanto se cierran servicios, se saturan porque la gente enferma igual en verano. Lo que baja no es la demanda, sino los contratos".


La organización contra la privatización asegura que los trabajadores "llevan fatal esta situación porque les crea un gran estrés". "Cuando la gente lleva varias horas esperando -explican- les montan el follón a ellos". Estos pacientes tienen derecho a reclamar "algo que sería bueno para reivindicar la situación", afirman en la asociación, pero generalmente cuando finalmente son atendidos "se marchan y lo olvidan".


Los trabajadores "están muy quemados"

Los trabajadores de urgencias llevan dos meses denunciando la situación aunque sin mucho éxito. Desde la Plataforma contra la Privatización de la Sanidad reclaman "que no se cierren unidades y que se contrate lo que se necesita".


Según esta asociación, una auxiliar de enfermería comentó tras la jornada del lunes: "He tenido que poner un enema en el pasillo, entre biombos, en un intento de garantizar algo de dignidad y privacidad al paciente". También critican "el riesgo añadido que supone que una plantilla mermada, tenga que atender a pacientes desperdigados por los pasillos, camillas, sillones, etc.".


El secretario general de Sanidad de CC. OO., Juan Urdani, recuerda que "la salud no puede medirse en términos económicos, no es algo que se pueda controlar, si hay un repunte de enfermedades habrá que abrir las salas".


Desde este sindicato reconocen que los trabajadores están "muy quemados" y la gente "cada vez más cabreada". Además del cierre de salas, CC. OO. denuncia que no se contrate a trabajadores para sustituir a los que están de vacaciones o que se reduzca la duración de esos contratos. "Hay mucho más trabajo y menos gente, tienen que redistribuir, forzar altas o retrasar operaciones", asegura Urdani.


"Se confunde el no gastar con ahorrar y en sectores como la Sanidad no se puede hacer. La gente está que arde y lo que más se oye en el hospital es ¡qué vergüenza!", concluye.