La inmigrante polaca Agnieszka Skowyra, de 32 años, falleció en la madrugada del pasado 18 de febrero en la uci del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde pasó más de tres meses en coma como consecuencia de la brutal paliza que le propinó su pareja.

El hombre, Mariusz Wejman, de 37 años y de la misma nacionalidad, acaba de ser acusado por la Fiscalía de asesinato. También le imputa un delito de maltrato, puesto que, apenas unos días antes de estos hechos, el acusado ya había golpeado a la mujer hasta dejarla inconsciente. Por todo ello, el Ministerio Público solicita ahora una condena de 18 años y nueve meses.

Acusado y víctima eran pareja y vivían en la indigencia.Ella era además minusválida y se desplazaba en silla de ruedas. Su estado de salud no era bueno, de ahí que la defensa, a cargo del letrado Javier Osés, entienda que no cabe imputar a su cliente ningún delito. Por ello, solicita la absolución, o, en el peor de los casos, que Mariusz Wejman sea juzgado por lesiones. Considera también que concurre la circunstancia eximente de trastorno mental transitorio.

El Gobierno aragonés se ha personado en la causa para reclamar al presunto asesino la factura médica del Salud, ya que valora la asistencia sanitaria prestada a la víctima en 141.348 euros. En cuanto al estado de salud de la paciente, los forenses reconocieron en su informe que era bastante precario. Sin embargo, consideran que la causa del deceso fue la multitud de golpes que le propinó su pareja el 6 de noviembre de 2012.

La paliza se produjo en el parque de la Sedetania, junto a la calle de Miguel Labordeta. Tras recibir puñetazos por todo el cuerpo, la mujer quedó postrada en su silla de ruedas, con la cabeza echada hacia atrás y con los brazos colgando. Un vecino se percató de su situación y avisó a la Policía, que acudió al citado lugar y trasladó enseguida a la víctima a urgencias del Servet. Allí fue diagnosticada de severa hipotermia, de inestabilidad hemodinámica y de múltiples hematomas por todo el cuerpo.

La inmigrante tuvo que pasar por el quirófano, quedando ingresada en la uci con pronóstico grave. Pero su evolución fue negativa, con empeoramiento neurológico y encefalopatía severa. Un fracaso multiorgánico terminó causando su muerte.