Vivienda

Cientos de personas viven en casas ocupadas en Zaragoza

Muchas personas o familias que no pueden pagar un alquiler o han sido desahuciadas están ocupando casas abandonadas en Zaragoza, algunas en estado ruinoso, sin agua ni luz.

Interior de una casa ocupada en Zaragoza
Cientos de personas viven en casas ocupadas en Zaragoza
P. F.

Para entrar en casa de Fernando y Raquel, en el barrio de San Pablo, hay que cruzar un portal con escombros, subir por unas escaleras a oscuras y llegar al primero. Al fondo del pasillo está el salón, con un sofá, una mesita baja y una cama en un rincón. En otra habitación guardan el hornillo para cocinar, los platos y algo de comida. Esta es su casa desde hace cinco meses. Cuando llegaron se la encontraron destrozada, llena de basura, sin tuberías ni cables, con tejados caídos. Limpiaron y acondicionaron un par de habitaciones y poco a poco han ido trayendo muebles de la calle. Desde hace un mes tienen luz y sus condiciones de vida han mejorado bastante.


"Okupar te mantiene ocupado: cada día es una aventura, hay que hacer cosas nuevas, arreglar la casa, ir a recoger muebles, buscar comida... Cogemos alimentos de los contenedores o de los supermercados. Vamos tirando. Okupar es duro, pero tienes una vivienda y mantienes tu dignidad", reflexiona Fernando, zaragozano de 41 años. "Nos vamos haciendo fuertes con el frío y las carencias materiales. Pero estamos bien, los dos juntos, y ya sentimos que es nuestra casa", añade Raquel, zaragozana de 38 años. Los dos destacan la camaradería que han encontrado en el barrio y la ayuda de otros vecinos.


Fernando y Raquel eran antes autónomos (él es jardinero y ella tenía un bar), ahora están en el paro y no tienen ingresos, más allá de una ayuda de sus padres. Han solicitado el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI). "Me quedé sin trabajo y tuve que dejar la casa en la que vivía porque no podía pagar los 350 euros de alquiler. Luego estuvimos viviendo en casas de amigos y un mes en un trastero. Hasta que decidimos okupar", cuenta Fernando.

Miles de pisos vacíos

Con la crisis ha aumentado el número de personas (solas, en pareja o familias con niños) que ocupan casas por necesidad, porque no tienen recursos para pagar un alquiler. Es una realidad social imposible de cuantificar. No hay un registro de okupas. Ellos hablan de cientos en la ciudad y fuentes de los servicios sociales consultadas lo corroboran. Ni siquiera hay un dato claro del número de viviendas vacías en la ciudad. Según un estudio reciente del Ayuntamiento, son 7.000. Según Stop Desahucios, puede haber 80.000 viviendas deshabitadas.


"Antes de la crisis las ocupaciones se producían por la imposibilidad de acceder a un alquiler a un precio razonable. En la actualidad se produce porque, aunque se pueden encontrar alquileres más bajos, se carece de recursos de cualquier tipo para poder afrontarlo. Se está produciendo un curioso proceso por el cual algunas familias ocupan sus propias viviendas de las que han sido desahuciadas. Las últimas medidas del Ayuntamiento de Zaragoza tendentes a limitar el número de ayudas de urgencia y las tardanzas en la tramitación del IAI no ayudan en nada", afirman desde la Plataforma de profesionales de los servicios sociales del Ayuntamiento de Zaragoza.


Algunas casas ocupadas tienen agua y luz y están relativamente en buen estado; otras están en ruinas y carecen de las mínimas condiciones de habitabilidad. Los okupas suelen 'pinchar' la luz de otras viviendas o de la calle. En algunos casos, el dueño desconoce que en su propiedad viven okupas. Pero en muchos otros, el propietario consiente la ocupación a cambio de que le cuiden la casa.


"Cada vez conocemos a más gente que está de okupa o se lo está planteando", apunta Fernando, en un paseo por el barrio, en el que va señalando numerosas casas ocupadas. En una de ellas vive Chema, zaragozano de 35 años, pintor en paro, padre de dos hijos (que no viven con él pero pasan algún fin de semana en la casa). "Vivo aquí con un compañero desde hace 9 meses. Antes vivíamos de okupas en la calle Zumalacárregui y nos echaron unos rumanos. Aquí no estamos mal. No tenemos agua y vamos a buscarla a una fuente del parque de San Pablo. Para ducharme voy al centro de duchas y lavadoras de la calle de San Blas. Es mejor que vivir en la calle. Lo malo es la incertidumbre, no saber cuándo te van a echar o te vas a tener que ir", reflexiona. El edificio entero estaba deshabitado y en él viven ahora unas 15 personas, incluidas dos familias con niños, distribuidas en distintos pisos.

"Una vivienda te da libertad y dignidad"

Víctor, zaragozano de 36 años, lleva año y medio viviendo de okupa, en dos pisos en Las Delicias. "Estudié programación informática y he tenido muchos trabajos: en la construcción, en el metal, repartidor, montando escenarios... Antes vivía solo de alquiler. Me quedé sin trabajo, agoté el paro, luego me quitaron el IAI porque decían que no cumplía los requisitos y me vi en la calle. Estuve un mes en casa de un amigo y luego decidí okupar. Una vivienda te da libertad y dignidad", asegura.


Vive solo en un piso, con agua y luz, dos dormitorios, salón, cocina y baño. Él lo limpió cuando llegó, buscó muebles y lo mantiene en buenas condiciones. En la misma casa viven otros dos okupas en el segundo y ahora se están trasladando dos estudiantes. "Llevo una vida muy tranquila. Estoy poco en casa e intento ser un buen vecino para no llamar la atención. Vivir de okupa es duro: no tienes calefacción ni agua caliente, tienes que arreglar la casa, vivir alerta... Es duro pero te acostumbras, no vivo mal. Me gustaría tener un piso de alquiler barato, pero ahora no puedo pagarlo", cuenta.


Víctor tiene muy claros sus derechos: "La okupación no es ilegal hasta que reclama el dueño. Sin una denuncia, no hay delito", explica. En la escalera de su edificio ha colgado un cartel: "Este es -al menos provisionalmente- nuestro domicilio, y no tenemos intención de marcharnos de aquí. Invitamos a cualquier persona física o jurídica que cuestione nuestro derecho a permanecer en esta casa, a recurrir a la vía judicial para que sean los tribunales quienes resuelvan lo que estimen oportuno".