Zaragoza

"No queremos que acorten el trayecto de la línea 28 de autobús"

Los vecinos de Montañana y Peñaflor recogen firmas para evitar que el único bus que llega a los barrios reduzca su itinerario.

Inicio y final de la línea 28, en el Coso de Zaragoza
"No queremos que acorten el trayecto de la línea 28 de autobús"
T. M.

A pesar de que es un acuerdo al que el Ayuntamiento de Zaragoza llegó hace unas semanas con las alcaldías de los barrios rurales afectados, los vecinos de Montañana y Peñaflor se resisten a que la reorganización de líneas de autobús urbano afecte al recorrido del único servicio de transporte público con el que cuentan. Y es que está previsto que, a partir de junio, la línea 28 cambie su principio y final de ruta, -ahora en el Coso, 66-, al paseo Echegaray y Caballero, en la terminal que hay junto al Museo Diocesano. 


“Hemos iniciado una campaña de recogida de firmas que, dentro de unos días, presentaremos en la junta vecinal de Montañana, que es al primer lugar al que hemos de acudir. Aún así, no descartamos la posibilidad de presentarlo en el registro correspondiente si resulta necesario para alcanzar nuestro fin”, cuenta Daniel Usón, presidente de la Asociación de Vecinos Urdan de Montañana.


Queremos acabar con los recortes que estamos padeciendo en lo que a transporte urbano se refiere. Primero fue la supresión del 128 y, posteriormente, el cambio de final de la línea 28, que un principio estaba en el paseo de Pamplona”, comenta Usón, quien afirma haber recogido “800 firmas en tan solo dos semanas”. Conexión con el tranvía

Una de las personas que no dudó en participar en la iniciativa es Ana L., vecina de Montañana y usuaria habitual del transporte público. “Es vergonzoso lo que quieren hacer ahora. Aunque actualmente nos han recortado paradas, al menos, estamos cerca de la parada del tranvía. Si finalmente el trayecto acaba en Echegaray y Caballero, ni siquiera tendremos acceso al mismo”, dice la zaragozana.


“Tanto en mi barrio, Peñaflor, como en Montaña vive mucha gente mayor. Especialmente para ellos será un trastorno si acortan la ruta del bus”, comenta Alberto Muñoz, mientras espera en la parada del Coso. “Con actuaciones de este tipo lo único que consiguen es que cada vez más gente coja el coche para acercarse a Zaragoza. No nos facilitan nada las cosas a quienes vivimos en los barrios de las afueras”, comenta el joven.


“¿No tenemos suficiente con aguantar unas frecuencias de más de 20 minutos entre semana y de 40, los sábados, domingos y festivos? Al final nos quitarán la línea”, dice María Eugenia Pinilla, que también reside en Montañana.


Una situación con la que, según la Asociación de Vecinos Urdan, “lo único que se va a conseguir es que un servicio que ya de por sí es insuficiente se convierta en deficiente”. “Desde la agrupación vamos a empeñar todo nuestro esfuerzo para que la medida no se haga efectiva”, concluye el presidente de Urdan, Daniel Usón.