Contaminación

Mejora la calidad del aire en Zaragoza

Tras los malos datos de 2008, la media de partículas en suspensión en Zaragoza disminuye año tras año y se acerca a la recomendación de la OMS (20 ug/m3).

La calidad del aire de Zaragoza continúa ascendiendo, tras los malos datos de 2008, y se acerca a los parámetros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido al descenso del tráfico por la ciudad, un dato que además mejorará en los próximos años hasta un 10 por ciento debido a la circulación del tranvía.


Así lo ha asegurado este martes en rueda de prensa el consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, quien ha destacado que la media de partículas en suspensión recogidas en las seis estaciones de la ciudad se sitúa en 21,6 ug/m3, dos décimas inferior a la registrada el año anterior, lo que supone un 50 por ciento por debajo del límite que marca la Unión Europea, 40 ug/m3. Situar la calidad del aire por debajo de este nivel es de obligado cumplimiento para todas las ciudades de la UE.


El consejero municipal, quien ha comparecido con el presidente de la Agencia de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Javier Celma, ha explicado que el traslado al exterior de la ciudad de las fábricas contaminantes situadas en los barrios y la completa sustitución de las calderas de carbono en las viviendas han contribuido a mejorar este dato.


Sin embargo, esta mejoría se atribuye especialmente al descenso del tráfico de vehículos, en torno a la mitad, por el centro de la ciudad, gracias a la utilización del transporte público, y al desvío de camiones por el tercer y cuarto cinturón de la ciudad.


El hecho de que en calles céntricas, como el paseo Independencia, se haya pasado de seis carriles para vehículos a tan sólo dos, ha permitido que el nivel de partículas en suspensión se haya reducido considerablemente, ha explicado Celma.


En este informe todavía no se ha cuantificado el impacto del tranvía en la calidad del aire pero, según ha indicado Celma, quedará reflejado en el del próximo año y constatado en el correspondiente a 2014.


De todas formas, con las previsiones actuales, ha adelantado que la media de partículas en suspensión, que hoy se sitúa en 21,6 ug/m3, podría descender un 10 por ciento, por lo que mejoraría la recomendación de la OMS (20 ug/m3).


Sin embargo, ha señalado que no se puede afirmar con seguridad, ya que las condiciones climatológicas influyen de manera decisiva en estos parámetros.


Por ejemplo, el cierzo es favorable para los gases contaminantes, pero negativo para las partículas en suspensión, mientras que los "episodios de calor subsaharianos" son también perjudiciales, porque evitan la ventilación de la ciudad.


Por ahora, los parámetros analizados de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, ozono y partículas en suspensión, que son las que más afectan a los alvéolos pulmonares, han cumplido todos los preceptos comunitarios e, incluso, se han situado por debajo de los estándares que fija la UE.


También la concentración de monóxido de carbono registra tasas bajas, muy alejadas del umbral de 10 mg/m3 establecido por ley, ya que, por ejemplo, en la estación del Centro alcanzó 1mg/m3 -el máximo de la ciudad- y en El Picarral, 0,83 mg/m3.


Desde 2008, se ha mejorado el nivel de calidad del aire considerablemente, ya que durante ese año alcanzó los 45 mg/m3, por encima del límite marcado por la Unión Europea, también en los años anteriores, debido a la gran cantidad de obras que se ejecutaron con motivo de la Exposición Internacional.


A estas obras, hay que añadir además las realizadas para el cierre del cuarto cinturón o la edificación a gran escala en el barrio de Valdespartera, lo que contribuyó a empeorar los indicadores de calidad, ha señalado Celma.


En 2012, cuatro años después, Zaragoza es una de las ciudades con mejor calidad de aire, ha indicado Blasco, quien ha añadido que el objetivo del consistorio es continuar avanzando en esta línea.


Para ello, ha planteado la sustitución de los autobuses urbanos por otros híbridos o eléctricos "lo más pronto posible" y la introducción de criterios energéticos no sólo en la construcción de vivienda nueva, como ya se está realizando, sino en la rehabilitación del parque de inmuebles de la ciudad.