"Seguimos sin tener preferencia para acceder en vehículo a nuestro barrio"

“Hasta hace unos meses la prioridad en vehículo para acceder y salir del barrio era para los vecinos. Había un ceda el paso que así lo indicaba. Pero de un tiempo a esta parte, esa señal desapareció y con ella incluso los pasos de peatones”. Estas son las palabras de José Antonio Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos Residencial Parque Venecia que, asegura que en horas punta y en días festivos en los que abre el centro comercial Puerto Venecia, los residentes continúan “teniendo problemas para salir del barrio”.

Se trata de una de las reivindicaciones abanderadas de esta agrupación, de reciente creación, que busca soluciones para sus vecinos. “El problema de los accesos es algo que nos preocupa. Tanto, que en noviembre, con el consenso de todos los grupos políticos de la junta de distrito, enviamos una instancia al Ayuntamiento, solicitando un cambio en los accesos al barrio. Todavía no nos han contestado y, a pesar de que ya han pasado tres meses desde la apertura del complejo comercial, la problemática persiste y queremos soluciones”, comenta Andrés. “El problema se solventaría con un conjunto de líneas amarillas entrecruzadas en la calzada para poder pasar en caso de atasco”, dice José Antonio Andrés. “Por si fuera poco, la existencia de adelfas en la misma rotonda restan visibilidad a un cruce ya de por si peligroso”, insiste Andrés.

Para lo que también piden soluciones es para la vía alternativa “que para muchos” se ha convertido en el camino más corto para llegar a Puerto Venecia. Es el conocido como Tiro de Bola, un camino de tierra que concluye en una vía forestal y que discurre por la parte trasera del cementerio de Torrero para cruzar por los pinares hasta llegar al centro comercial. “Estamos hablando de una espacio protegido medioambientalmente que tan solo se abrió para que pasaran los camiones mientras se realizaban las obras del complejo”, apunta el presidente del colectivo vecinal.

“Durante un tiempo hubo dos piedras para evitar que continuara el paso de vehículos, pero han desaparecido. Hace unos días llegué a contabilizar, en tan solo quince minutos, el paso de catorce coches y dos motos, con el peligro que eso conlleva al circular en una vía sin señalizar en la que a menudo conviven bicicletas y peatones”, asegura José Antonio Andrés, presidente de una entidad que lucha por conseguir “que los vecinos que están por llegar no cuenten con los problemas que nosotros nos encontramos cuando vinimos al barrio”, concluye Andrés.