Zaragoza

Los semibordillos en plena calzada dificultan el tráfico en el Actur

Desde Los Tranvías de Zaragoza explican que también están colocados en otros puntos del trazado, como en Vía Ibérica, "sin haber originado problemas"

Bordillo de separación en María Zambrano con Ruiz Picasso
Algunos semibordillos, en plena calzada, dificultan el tráfico en el Actur
T.M

Que las obras del tranvía están generando, para algunos vecinos del Actur, “problemas de movilidad”, no es nada nuevo. Los “frecuentes” cambios de algunas paradas de autobús y los rebajes de bordillos sin salvar en determinados puntos del barrio son solo algunas de las consecuencias, temporales, de la futura implantación de este medio de transporte en el barrio, prevista para el próximo mes de abril.


Consecuencias que también afectan, de manera directa, a los conductores, no solo por la reordenación del tráfico, sino por, como apuntan desde la Asociación de Vecinos Actur-Rey Fernando, “los semibordillos colocados en determinados cruces de calles, como es el caso de María Zambrano con Pablo Ruiz Picasso, que suponen un peligro”.


“Supuestamente hacen las veces de separación entre las vías del tranvía y la calzada para que, de esta forma, los coches no invadan el espacio destinado al paso de los convoyes, pero lo único que crean es una barrera para los vehículos. Muchos de ellos ya están marcados con rodadas, porque resulta casi inevitable invadirlos”, comenta Emilio Rodríguez, presidente del colectivo vecinal.


“Ya ha habido algún que otro susto, porque si vas al volante no se ven. Deberían haber estudiado otras alternativas, como por ejemplo, pintar una línea amarilla o de un color vistoso para que no pasara desapercibida, que es lo que ocurre actualmente”, dice Ismael Gracia, secretario de Actur-Rey Fernando.


Una opinión también compartida por algunos conductores “habituales” de la zona. “Vivo en la calle de Mariana Pineda y cojo el coche todos los días para ir a trabajar. Lo que no es lógico es que en algunos puntos no existan ni acera porque se ha apostado por la accesibilidad, que está muy bien, pero en cambio, en la misma calzada nos planten una especie de bordillos que lo único que hacen es fastidiarnos las ruedas”, comenta el zaragozano Luis Ángel Fernández.


“Confío en que las cosas mejoren cuando comience a circular el tranvía. Todo son obstáculos para los conductores, como lo de los bordillos, que no tiene nombre. Si no sabes que están es casi inevitable comértelos. Deberían hacer algo para que se vieran”, argumenta Gonzalo Pinilla, transportista de alimentación. “Supongo que cuando los vagones pasen por aquí, estos pequeños obstáculos servirán para algo”, opina Ainhoa Jiménez, vecina del barrio.


Por su parte, desde Los Tranvías de Zaragoza explican que “los semibordillos se han colocado para separar ambos espacios y su forma final achaflanada, es decir, rematados en la parte superior, funciona en otros muchos lugares del trazado de la Línea 1, como Vía Ibérica, y no hay constancia de que se hayan originado problemas en esos puntos”.


“Si hay vehículos que pasan por encima es que están realizando una conducción indebida. Además, están aprobados finalmente por el Ayuntamiento de Zaragoza”, concluyen las mismas fuentes.