Zaragoza

El carril bici de Independencia no convence ni a ciclistas ni a peatones

Los colectivos de usuarios de la bicicleta creen que se debieron plantear soluciones cuando se remodeló el paseo y piden que se fomente la circulación por la calzada, mientras los viandantes aseguran que se producirán más conflictos.

Un ciclista circula por la acera entre los tilos de Independencia
El carril bici en Independencia no convence ni a ciclistas ni a peatones
O. DUCH

La solución planteada por el Ayuntamiento de Zaragoza para resolver los problemas de convivencia entre vehículos motorizados, ciclistas y peatones en el paseo de la Independencia, lejos de contentar a los diferentes usuarios de la vía pública, ha reavivado la polémica sobre cuál es el sitio natural de las bicicletas en la ciudad. Ni ciclistas ni peatones consideran que el espacio que se delimitará en las aceras de la avenida, un carril bici 'sugerido' entre las dos hileras de tilos, sea la solución a esta necesidad creciente de regular la circulación.


“Antes de que comenzarán las obras de remodelación planteamos que se creara un carril bici separado tanto de la acera como de la calzada, pero el Ayuntamiento no nos hizo caso”, aseguran desde el colectivo Pedalea, presente en la reunión de este jueves del Observatorio de la Bicicleta, un órgano consultivo que agrupa a políticos, vecinos y colectivos ciclistas de Zaragoza. “Pero ahora la única solución que existe es que Independencia se quede como está o invadir el espacio de los peatones”, apuntan fuentes de Pedalea. “Nosotros no aceptamos esta solución, simplemente nos rendimos”, explican representantes de esta agrupación, quienes sí piden que al menos se tomen medidas para fomentar la circulación de las bicicletas por la calzada.


Entre las opciones que han planteado los representantes de los ciclistas en el Observatorio están las de crear espacios para que las bicis puedan adelantar a los vehículos y colocarse en primera fila en los semáforos en rojo, la instalación de pasos de peatones elevados para disuadir a los vehículos a motor que circulen a demasiada velocidad o instalar semáforos específicos para ciclistas que les permitan pasar si no hay peatones cruzando. “Está demostrado que seguir metiendo bicicletas en la acera genera conflictos”, añaden desde Recicleta, quienes también creen que las medidas se debían haber planteado antes de las obras de Independencia.


Los peatones, también en contra

El anuncio de la creación de un espacio para bicicletas en las aceras del paseo tampoco ha sentado bien entre los peatones, que sienten que su espacio en la ciudad cada vez es más reducido. “Es una auténtica chapuza. Entre la plaza de Aragón y la de España hay ocho cruces, por lo que de esta forma se van a crear 16 puntos -entre las dos aceras- de gran conflictividad entre peatones y ciclistas”, protestan desde Acera Peatonal, un grupo surgido en la red social Facebook para denunciar la circulación de bicicletas por las aceras.


“El Paseo de la Independencia es el lugar ideal para educar y dar ejemplo de que los ciclistas deben ir por la calzada”, explican desde este grupo ciudadano, que quiere “hacer una reivindicación de la peatonalidad”.


La opinión de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) no dista mucho de la defendida por los ciclistas y peatones. "Planteamos en su momento que se habilitara un carril por la calzada, pero Movilidad se negó en todo momento", explica su presidente, Félix Moreno. A su juicio, se desaprovechó la oportunidad con la llegada del tranvía a Independencia y ahora "ya no había otra opción mejor, así que la apoyamos".


Los conductores, otro conflicto

Sin embargo, el hecho de que los ciclistas circulen por la calzada también puede dar lugar a confrontaciones con los conductores. “Una persona que no tiene carné de conducir, que no tiene experiencia sobre el asfalto y que ni siquiera conoce el significado de las señales ni las normas básicas de circulación no puede ir por la calzada”, protestan fuentes del sector del taxi.