Reordenación de la red de autobuses

El PP critica la falta de motivos en la nueva ordenación del autobús

Insiste en que se trata de un modelo que "supedita todo al interés del tranvía y se penaliza al 70% de los zaragozanos que utilizan el autobús todos los días".

El portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pedro Navarro, ha asegurado hoy que su grupo sigue sin conocer los motivos por los que se han aprobado los recortes y los criterios técnicos y económicos de la nueva configuración de la red de autobuses urbana.


Navarro ha comparecido en rueda de presa con motivo de la nueva propuesta de reordenación de los autobuses urbanos que ha presentado previamente la consejera municipal de Servicios Públicos, Carmen Dueso, y que plantea la eliminación de las líneas 20, 45 y C-2, tres menos que las previstas inicialmente.


"Lo que tenemos claro es que no es el modelo del PP", ha resaltado Navarro, quien ha mostrado su "sorpresa" por las declaraciones de Dueso respecto al "amplio consenso" alcanzado en esta nueva reordenación cuando, ha señalado, "15 de 31 concejales, los del PP, no están de acuerdo con el modelo de movilidad y transporte público del PSOE ni con las formas".


Y es que, según el PP, se trata de un modelo de movilidad que "supedita todo al interés del tranvía y se penaliza al 70% de los zaragozanos que utilizan el autobús todos los días".


Navarro ha asegurado que desconoce cuáles de sus propuestas han sido aceptadas, aunque algunas sí, como el mantenimiento de la línea 30. "Lo que se ha aceptado era lo normal y lo lógico", ha subrayado.


Para Navarro, el consenso con las entidades vecinales lo que demuestra es que "el equipo de gobierno se equivocó y ha tenido que escuchar a los ciudadanos en algo que les afecta en su día a día" y "lo único que demuestran esas aportaciones es que han tenido que escucharles obligados por las circunstancias".


Según el edil del PP, las entidades vecinales han hablado desde "la lógica y normalidad" porque "lo raro era la pretensión de eliminar las líneas".


Sin embargo, ha denunciado que no se ha concretado si se va a garantizar el empleo de los actuales trabajadores, cómo se va a afrontar la deuda de 50 millones que se mantiene con la actual contrata o si los autobuses "van a tener que pagar los caprichos de los barcos", que es "lo que condicionará el futuro del autobús público".