Imprudencias en la ciudad

Carreras ilegales y temerarias sobre bicis en Zaragoza

Algunos participantes exhiben un catálogo de infracciones e imprudencias que en ocasiones ponen en peligro a los peatones

«Cada vez mejor, cada vez más rápido». Es el lema zaragozano de las Alley Cat (en inglés, gato callejero), unas carreras en bicicleta organizadas de forma clandestina, sin permisos y con recorridos que no se conocen hasta el último momento. Se trata de un fenómeno global que acogen ciudades de medio mundo y que aterrizó en la capital aragonesa hace unos tres años.

Desde entonces, se han montado once ediciones -una cada tres meses, aproximadamente- y algunos de sus participantes han subido a internet vídeos con sus trayectos sobre dos ruedas, a menudo salpicados de semáforos en rojo, direcciones contrarias, velocidades de vértigo y un amplio catálogo de imprudencias.


La convocatoria se hace de manera discreta, a través de foros de internet especializados o en los ambientes del mundillo de la bicicleta en Zaragoza. Se cita a los participantes en un sitio y a una hora, generalmente de noche. Deben acudir con una mochila, tres euros para la inscripción y, claro, su bicicleta. Solo entonces se les facilita un listado con unos puntos por los que tienen que pasar obligatoriamente, así como el lugar en el que se ubica la meta.


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