Zaragoza

La tapa solidaria se extiende por Zaragoza

Trece establecimientos de hostelería de Zaragoza deciden unirse para recaudar fondos y financiar una sala de psicomotricidad para niños autistas.

Los 13 hosteleros se fotografían junto a María Arias, protagonista de la campaña.
La tapa solidaria se extiende por la ciudad
P. B. P.

Trece establecimientos de hostelería de Zaragoza han decidido unirse, bajo el nombre de AZES, para recaudar los fondos necesarios que requiere la finalización de una sala de psicomotricidad para niños autistas. "En estos tiempos de crisis es cuando se necesitan más proyectos como este. Y esta red de tapas es un lujo que la ciudad se merece", así lo expuso este jueves Enrique Torguet, director de márquetin de La Zaragozana, en la presentación de esta nueva acción solidaria.


Todo comenzó en el mes de enero, cuando Juan José Navarro, un hostelero de La Almozara, empezó a ofrecer la primera tapa solidaria en el bar Cervino. Ahora la iniciativa se extiende por toda la ciudad gracias al proyecto en común de 13 establecimientos que han querido seguir su ejemplo y colaborar con la Asociación Autismo Aragón. "La idea de juntarnos fue del restaurante Juan II -situado en La Romareda- y a partir de ahí se intentó coger un bar de cada barrio que ya tuviera algo de tirada para que la gente se animara", cuenta Navarro.


Conscientes de que "en tiempos de crisis hay que ser generosos", los 13 establecimientos ofrecerán a partir de este lunes la denominada "tapa solidaria" como aportación a la campaña. Los locales participantes son: A mesa puesta (Torrero), Antiguo La Jota (Arrabal), Babel Café (Centro), Bole Bar de Vinos (Francisco de Vitoria), Café del Sur (Sagasta), Cervino (Almozara), El cocinero Arrepentido (Salvador Allende), El cocinero de Goya (Parque Goya), Jena (Motecanal), La Rinconada de Lorenzo (Universidad), La Yedra (Casco Histórico), New Corner (Barrio Jesús) y Terraza Juan II (Romareda). 

Colaboración con Autismo Aragón


Javier Segarra pone su imagen; y la Zaragozana, los carteles y las huchas donde "cada cliente depositará la cantidad de dinero que quiera" para contribuir con su pequeña aportación a la causa. "No vamos a preocuparnos más que de recaudar para que al final de año, si hemos conseguido alguna peseta, podamos compartila", añade Jesús Calvo, propietario del bar Juan II. Cuenta este hostelero, el artífice de la unión, que se sumó a la iniciativa de Navarro tras vivir de cerca una situación parecida. "Mi sobrina tiene leucemia y, en un principio, quería hacer algo para este colectivo. Pero como Juan estaba comprometido desde hace tiempo con esta asociación, no me pareció mal empezar por aquí... quería ayudar como fuera a los niños", confiesa ilusionado, a la espera de que dentro de un año en lugar de 13 hosteleros sean ya más de 50.


El dinero que se recaude irá destinado "íntegramente" a la finalización de una sala de psicomotricidad de Autismo Aragón, cuya obra –que requiere un coste de 22.500 euros– está paralizada a raíz de la actual situación económica. Desde este colectivo señalan que se trata de una de las terapias más costosas, motivo por el cual no han podido continuarla. "El local está, pero falta toda la instalación y el acondicionamiento; y ahora, gracias a ellos, estará. Es una gran lotería que nos ha tocado", afirma optimista Carlos Carrascón, un psicólogo de la asociación que destaca la importancia a nivel terapéutico de esta obra destinada a la atención de una discapacidad "que requiere muchos apoyos". También María José Plumed, gerente de la asociación, se ha mostrado "muy agradecida" al ver que tantos hosteleros se han animado a participar en un proyecto que servirá para ayudar a más de 103 familias.


La coordinadora de AZES, Teresa Royo, calcula que reunir los 22.500 euros necesarios para financiar la obra les puede llevar hasta mediados de noviembre, si bien -matiza- "todo depende de la generosidad de los zaragozanos".


"Ya no es un proyecto, es una realidad"


Con la creación de esta nueva sala de psicomotricidad, Asociación Autismo Aragón ve cumplido un sueño, el de poder ofrecer "una mayor calidad y eliminar las listas de espera". Según explica María Pilar Sánchez, su directora, "hay niños que no pueden acceder a estos servicios porque es un horario muy reducido, y se hace corto el estar una persona sola y una zona", añade. Sin duda alguna, reconoce que este va a ser un "importante paso hacia adelante" para los usuarios de la asociación y sus familias.


Teresa Royo, coordinadora de AZES, vaticina que el proyecto "durará el tiempo necesario hasta obtener la cantidad requerida para acabar las obras". Para ello -explica- el público que quiera colaborar con la campaña no tiene ni que salir de su zona habitual de tapeo, dado la distribución "estratégica" de estos bares solidarios por todos los barrios de la ciudad. Los hosteleros insisten en que la campaña no es solo una "ruta de tapas", sino que parte de la labor desinteresada de estos 13 establecimientos y la petición que desde aquí se traslada a los aragoneses ofreciendo la degustación de la tapa solidaria. Así pues, al cliente se le cobrará únicamente las consumiciones que haya tomado, para posteriormente invitarle a depositar en una hucha el donativo que considere oportuno para ayudar a esta causa. La Asociación Autismo Aragón revisará estas huchas cada 10 días y se encargará de recoger las aportaciones obtenidas.


"Si la cosa sale bien y nos animamos -insisten los hosteleros- se harán más campañas para ayudar a otra gente que lo necesite".