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Desierto cultural en los centros cívicos de Zaragoza

La actividad en la mayoría de estos centros se reduce en los meses de julio y agosto. Solo las ludotecas se llenan de participantes con las vacaciones de verano.

Imagen de la entrada del centro cívico Tío Jorge.
?La entrada a la ludoteca del Centro Cívico Tío Jorge es un pozo de porquería?
T. M.

Los centros cívicos de la capital aragonesa limitan -en la mayoría de los casos- la programación del verano al servicio de biblioteca y a las ludotecas, las únicas que animan su aforo este mes de agosto.


"La actividad baja bastante estos meses con respecto al resto del año por el tema de las vacaciones. Aquí en concreto hay 5 o 6 grupos que siguen viniendo a danza del vientre y ensayos de guitarra... pero suelen ser más bien actividades puntuales de alguna asociación que viene de forma esporádica", señala Arturo Arilla, del Centro Cívico de Santa Isabel.


"Este es el mes más flojo", apostillan desde el Centro Cívico Esquinas del Psiquiátrico, donde preparan ya una exposición fotográfica para el mes de septiembre con imágenes cedidas por gente del barrio de Las Delicias. Estos días -indican- hay actividades relacionadas con asociaciones de vecinos de la zona que preparan cursillos de acceso a la universidad, además de alguna reunión semanal de modelistas navales que pertenecen al barrio y otra asociación de pintura que viene un día a la semana. Donde sí hay una "buena afluencia" es en las dos salas de estudio habilitadas en el centro, que ofrecen 40 plazas. "Como las bibliotecas por las tardes están cerradas, hay bastante movimiento de gente joven que viene aquí a estudiar", señala un trabajador.


La tranquilidad es todavía mayor en barrios rurales como Juslibol, donde "este mes de agosto hay muy poca cosa: las actividades de mayores, el bar donde se reúnen y poco más...", comentan desde el Centro Cívico de Juslibol, uno de los más jóvenes de la ciudad. A pesar de que insisten en que "hay muy poca actividad ahora en verano", mantienen este mes de agosto las clases de salsa y pilates un par de veces por semana -los martes y los jueves-. "Está todo bajo mínimos, aunque estamos funcionando con el mismo personal. Lo que no viene es gente", aclaran.


Las ludotecas, llenas

Por el contrario, el número de usuarios de las ludotecas aumenta con la llegada de las vacaciones. "Al no tener colegio los niños, se incrementa el volumen de participantes", apuntan desde el Centro Cívico de Santa Isabel. La ludoteca de este barrio zaragozano cuenta con 30 plazas y 3 monitores que se reparten en grupos de diez.


También la ludoteca del Tío Jorge -con 27 plazas- se llena de pequeños durante el verano. "Sobretodo en el mes de julio la participación fue muy alta. En agosto disminuyó un poquito, pero ahora parece que vuelve otra vez la gente", cuenta una trabajadora. Por su parte, la ludoteca Cantalobos, en el antiguo Matadero de Miguel Servet, ya ha colgado en sus puertas el cartel que advierte de que "no se admiten más solicitudes" -dicen- pues ha llenado su aforo.


En cambio, la mayoría de salas del Centro Cívico Salvador Allende permanecen vacías en verano. No obstante, -señala un trabajador del centro- hay tres grupos que siguen empleándolas durante este mes de agosto: alcohólicos anónimos, familiares de alcohólicos y una asociación de comedores compulsivos.