Zaragoza

Una familia de Zaragoza evita su desahucio tras lograr la condonación de la deuda

La familia, con dos miembros en el paro, tendrá un plazo de tres meses para desocupar la vivienda y buscar otra de alquiler.

Roberto Troya, un ecuatoriano en paro que vive en España desde hace diez años, ha llegado a un preacuerdo en Zaragoza con el Banco de Valencia para condonar la deuda de la hipoteca de su casa, en la que vive con su mujer y dos hijas menores, que no podía pagar al quedarse en paro al igual que su esposa.


Este viernes estaba previsto un acto de protesta ante una sucursal del banco en Zaragoza con el apoyo de la plataforma 'Stop Desahucios", pero este mismo jueves, según ha relatado el afectado a los medios de comunicación, le llamaron de la entidad y esta mañana ha llegado a un acuerdo verbal para la condonación, a la espera de ratificarlo la semana próxima.


"Eso es lo que nosotros pedimos, que se nos condone, porque realmente nuestra deuda es impagable", ha afirmado Troya, quien ha explicado que firmó una hipoteca por 96.000 euros que había ido pagando a lo largo de cinco años, -unos 680 euros al mes- pero ahora su deuda asciende a 109.000.


Por su parte, fuentes de la entidad han confirmado que esperan que la semana próxima se alcance un acuerdo satisfactorio para ambas partes.


Roberto Troya, de 44 años, era camarero de un hotel en el que también trabajaba su esposa, pero ahora los dos están en paro, él desde hace seis meses, y aunque perciben prestaciones por desempleo, no han podido abonar las cuotas de la hipoteca desde hace aproximadamente un año, por lo que la entidad ha acabado adjudicándose la vivienda en una subasta.


La familia, ha agregado, tendrá un plazo de tres meses para desocupar la vivienda y buscar otra de alquiler.


Roberto Troya se ha mostrado relativamente satisfecho con el acuerdo verbal alcanzado a la espera que de que "se cumpla realmente". De lo contrario, ha dicho, continuará con su reivindicación.


"Esto es sólo una batallita que posiblemente nos ha salido bien", pero hay miles de personas, ha aseverado, que están en la misma situación y "es hora de que los bancos, de que el sistema financiero español, se ponga realmente a trabajar" por ellas, porque en vez de ayudar a la gente, están "hundiendo a las familias".