Casi la mitad de los 1.798 conductores que dieron positivo en un control de alcoholemia de la Policía Local de Zaragoza perdieron, además de dinero y puntos, su vehículo. Al menos de forma temporal, ya que los agentes de la capital aragonesa inmovilizan una media de dos vehículos de conductores ebrios cada día, que son retirados de la vía pública para impedir que el infractor pueda provocar un accidente o una situación de riesgo para el tráfico.

En total, este cuerpo de seguridad envió al depósito municipal de la carretera de Castellón 694 vehículos durante el año pasado por motivos de alcoholemia, más del 5% de los 12.698 que retiraron de la vía pública. Sin embargo, a pesar de que el número de conductores ebrios parados por la Policía Local durante el año pasado es casi idéntico al del periodo anterior (1.798 en 2011 y 1.791 en 2010), el número de vehículos inmovilizados por este motivo se ha reducido considerablemente.

En 2010 fueron 980 los ciudadanos que tuvieron que acudir al depósito tras haber dado positivo en un control etilométrico, mientras que la cifra rozó los 700 durante el año pasado. Quizás la crisis tenga algo que ver en la reducción de esta estadística, ya que esta 'penalización' –a la que hay que sumar la multa por conducir bajo los efectos del alcohol- puede oscilar entre los casi anecdóticos 13 euros que los infractores deben pagar por el traslado al depósito de una bicicleta y los 582 de un camión articulado. El precio para un ciclomotor es de 161 euros y en el caso de los turismos oscila entre 176 y 225, dependiendo de su peso.

Además, aquellos que tarden en acudir a las instalaciones de la carretera de Castellón deberán añadir a la factura las tasas diarias de la custodia del vehículo, unos 10 euros para las motos, 25 para los coches y entre 48 y 240 para los camiones.

Un conductor alternativo para evitar la inmovilización

Y es que cualquiera de los conductores sancionados en uno de los controles de alcoholemia que realiza la Policía Local de Zaragoza -en 2011 fueron 30.964- pueden evitar esta incómoda sanción designando a un conductor alternativo que se ponga al mando del vehículo, algo que ocurrió en un 60% de los casos.

Si el conductor viaja acompañado de más personas, alguna de ellas puede llevarse el vehículo, siempre y cuando tenga carné en vigor y su resultado en la prueba del etilómetro sea negativo. Pero si el infractor circula solo o el resto de los ocupantes también se encuentran bajo la influencia del alcohol, los agentes deben enviar el vehículo al depósito, donde a lo largo del año pasado llegaron 12.698 vehículos, la mayoría de ellos por infracciones cometidas por sus conductores.