Buenas prácticas vecinales para mantener el Jardín Vertical

Lo que en un principio era un grupo de voluntarios que se reunía una o dos veces al mes para mantener en buenas condiciones el Jardín Vertical ubicado en la calle de Delicias, actualmente se ha convertido en un encuentro semanal en el que participan siete personas, que junto con el asesoramiento de expertos en Jardinería y Botánica, cuidan esta estructura ajardinada, de más de 14 metros de altura y una superficie de 800 metros cuadrados de zona natural.

Una iniciativa puesta en marcha por la Asociación de Vecinos Delicias Manuel Viola y que forma parte de un proyecto de dinamización del jardín, sede de la entidad. “Nos reunimos cada miércoles desde el pasado mes de septiembre y lo que hacemos, en mayor medida, es observar. Si comprobamos que hay algún problema con el sistema de riego, por ejemplo, pasamos a Parques y Jardines la queja. Igual que si vemos que hay pulgón. Intentamos ponerlo en conocimiento del departamento competente para que se ponga solución”, comenta Silvia Ortín, técnica de la entidad vecinal.

Una labor voluntaria que se completa con “pequeñas acciones de mantenimiento”, apunta Ortín, como la plantación de plantas o enredaderas y la retirada y limpieza de graffitis que la asociación realizó el pasado mes de abril. “Lo que queremos es que el espacio en el que convivimos esté en buenas condiciones. En Las Delicias carecemos de zonas verdes y esta estructura es un lujo que todos debemos cuidar”, dice Silvia Ortín.

“No se trata de sustituir el trabajo que llevan a cabo los servicios públicos, sino de complementarlos. Desde la asociación, apelamos a la sensibilización y al civismo, ya que creemos que si los ciudadanos ven una calle limpia, la respetarán más que si está sucia. Igual ocurre con el Jardín Vertical. Desde que limpiamos los graffitis no han vuelto a hacer ninguno más”, cuenta la técnico de la agrupación Manuel Viola, desde donde, aseguran que “desde hace dos meses, la presencia de personal de limpieza pública ha disminuido”. “Antes saneaban la zona tres veces por semana y ahora no. Echamos en falta que a esta construcción, realizada en 2008, no sea tratada o mantenida como, por ejemplo, la Plaza de España. Es una estructura única en Europa y no se le da el valor que tiene”, concluye Ortín.