Atrevidos, seguros, aventureros, libres, pero sobre todo, indomables. Estos son los adjetivos que definen a los más de 400 moteros que estos días celebran una concentración en Zaragoza.

Desde el viernes, el camping de la capital aragonesa se ha convertido en un museo al aire libre donde se puede disfrutar de las más bellas máquinas de la ingeniería a dos ruedas.

La X Concentración de los Indomables, que lleva por lema: “Nunca tan pocos dieron tanto mal”, permite reunir de viernes a domingo a amigos y familiares que tienen en común el amor por las motos. Además, la fiesta y el ambiente también animan a reunirse.

Una gran carpa es el epicentro de reunión donde el olor a gasolina y a cerveza se entremezlcan. Un lugar donde reconocer a unos y a otros resulta harto complicado dentro de un mar de chupas y chalecos de cuero.

Además, una pequeña muestra de motos Vespa genera cierta melancolía entre los más mayores que, sin embargo, “fardan” con sus motos de cientos de cilindros de potencia.

Para los amantes de las motos en Zaragoza, la cita comienza a las 16.50 de la tarde cuando estos Indomables realizarán un paseo por las cercanías del camping de la ciudad. Por la tarde, a las 19.00 comenzarán los conciertos, el primero el de Occitania. Entre tanto ruido, de música y motores, en la medianoche se guardará un minuto de silencio por los compañeros que se han dejado la vida en el asfalto. Así hasta bien entrada la madrugada, cuando el cuero, los neumáticos y los motores descansen para iniciar su “indomable” regreso a casa.