"El estado de la calle de Hermanos Argensola es pésimo"

Hace casi un año, concretamente en mayo de 2011, que O. López, vecina de la calle de Hermanos Argensola puso una reclamación en el Ayuntamiento por el “mal estado de conservación” de la vía en la que reside. “La respuesta fue clara: me dijeron que se trataba de una calle que solo contaba con un sumidero, al menos así aparece en los planos. El tramo que comprende desde mitad de la vía hasta la salida con la calle Mayor, carece de ellos”, asegura la zaragozana.

Una situación que, cuando caen algunas gotas, supone la creación de grandes charcos en la calzada “y lo que es peor” –apunta López-, la acumulación de agua bajo el adoquinado que “no se va hasta que se evapora del todo”. “Si a eso añadimos todos los orines de quienes de noche salen por los bares de la zona, pues el problema se agrava. Sobre todo en verano, porque el olor se hace insoportable”, cuenta la vecina.

“Raro es el día que al caminar no te salpicas los pantalones porque todos los adoquines están sueltos, debido a que como es una calle semipeatonal, pasan los vehículos de carga y descarga, por lo que estado de la calzada se deteriora más rápido”, insiste López, que asegura que no es la única vecina que ha puesto la consiguiente reclamación. “El dueño de uno de los restaurantes que hay en esta calle también denunció la situación. Casi todos los días tiene que limpiar los charcos que hay en la entrada de su negocio antes de levantar la persiana”, asegura O. López.

Opinión compartida por Joaquín Álvarez, que también reside en el barrio. “Es una vía que está totalmente abandonada y en pésimo estado. Hace unos tres años, si no recuerdo mal, que la reformaron, pero no fue precisamente para bien porque huele fatal y siempre está sucia”, asegura el zaragozano. “Estas calles tan estrechas deberían hacerlas o totalmente peatonales o todo lo contrario, pero no a medias, como es el caso”, dice Álvarez. “Se empeñan en poner adoquines en vías por las que hay tráfico y es totalmente contraproducente porque el deterioro es mucho más rápido y mayor”, dice el zaragozano.

Otro de los problemas añadidos, al menos para J. C. Martín, que lleva un camión de reparto de bebidas, son los pivotes. “Los han ido quitando, aunque todavía queda alguno y la verdad, para quienes tenemos que acceder a los negocios de la plaza de San Pedro Nolasco por esta calle para descargar los pedidos, es complicado hacer el giro desde la calle de San Pedro y San Juan sin rozar alguno de ellos”.

Por su parte, según fuentes municipales, la calle de Hermanos Argensola “es una pequeña vía que está pendiente de arreglar, después de los desperfectos que se han producido tras determinadas obras de construcción de inmuebles”.