Los daños de la crecida del Ebro en comercios, garajes y trasteros ya superan los 10 millones

El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido 769 solicitudes de indemnización.

Garaje inundado en Vadorrey
Los daños de la crecida del Ebro en comercios, garajes y trasteros ya superan los 10 millones
Aránzazu Navarro

A pesar de que a simple vista pueda parecer que la última riada del Ebro ha dejado de generar problemas a los zaragozanos, sus afecciones siguen muy presentes en la vida de cientos de vecinos de la capital aragonesa y de otras localidades próximas. La subida del nivel freático del río ha anegado decenas de garajes e inutilizado cientos de ascensores en viviendas de toda la ribera, especialmente en su margen izquierda, donde el agua ha llegado incluso a edificios que se encuentran a más de 750 metros del cauce.


El primer informe del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) cifra en 10 millones de euros los daños en viviendas, garajes, trasteros y comercios de Zaragoza, Alfajarín, Pastriz, Novillas, Nuez de Ebro y Boquiñeni. Hasta el momento, la entidad pública ha recopilado 769 solicitudes de indemnización en la provincia, aunque a tenor de los últimos recuentos vecinales y del trabajo que siguen afrontando los administradores de fincas es más que previsible que tanto esta cifra como el impacto económico aumenten con el paso de los días. Frente a las aseguradoras tradicionales, el Consorcio es el encargado de hacer frente a las consecuencias de los desastres naturales (cubre las riadas, pero también terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tornados y hasta la caída de meteoritos).


La sociedad, dependiente del Ministerio de Economía, ha hecho una valoración de los daños en comunidades de propietarios y viviendas unifamiliares de las cuencas del Ebro y del Urumea que alcanza los 17,3 millones de euros, de los que 5,2 corresponden a Navarra; 1,5 millones a la provincia de Guipúzcoa, y alrededor de 600.000 euros a Burgos y Vizcaya. La cuantía media de las indemnizaciones aprobadas por el CCS es de algo menos de 2.600 euros.


El problema, más que nunca, va por barrios. En el Arrabal, por ejemplo, son 34 los edificios afectados, con 29 garajes colapsados de agua, 26 ascensores inutilizados, 19 trasteros inundados y siete cuartos de calderas que requieren una reforma integral. Ese es el balance que hace la asociación de vecinos Tío Jorge, que preside Rafael Tejedor, cuya visión de los daños va más allá: "En el barrio vive mucha gente mayor que se ha quedado sin poder usar el ascensor y esa circunstancia ha hecho que las salidas de los médicos de los centros de salud de la zona a los domicilios particulares se hayan multiplicado por cuatro en estos días y algunas de esas viviendas llevan cuatro semanas sin agua caliente y tienen que ir de propio a ducharse al gimnasio, el que está apuntado, o casas de familiares y amigos en otros barrios".


No son los únicos problemas de los que la agrupación vecinal se hace eco. "Tenemos conocimiento de un bloque en el que no hay ni ascensor ni luz en la escalera y vecinos de avanzada edad tienen que subir a un séptimo o un octavo con una linterna para poder ver dónde pisan. También hay pérdidas no cuantificables en los trasteros, como la de un vecino que tenía una colección de cintas de vídeo familiares que ya no podrá recuperar", apunta Tejedor.


El comercio de la zona se ha visto igualmente perjudicado, explica el presidente de la asociación: "Por ejemplo, la suspensión de la Cincomarzada, que se iba a celebrar en el parque del Tío Jorge, ha supuesto un contratiempo económico para los bares y comercios de alimentación de la zona, que han registrado unas diferencias de caja respecto al 5 de marzo del año pasado de entre 600 y 800 euros. Además, muchos hosteleros invirtieron en género para la jornada y no le han podido dar salida".


Cimientos dañados


Los vecinos de La Almozara han decidido unir fuerzas a través de una comisión de afectados, con la que quieren hacer llegar a la DGA los problemas causados por la avenida extraordinaria y exigir las ayudas pertienentes. La presidenta de la agrupación vecinal, Encarna Mihi, asegura que ya son "más de un centenar los afectados en el entorno del camino de La Almozara", si bien esperan que ese número crezca a lo largo de los próximos días.


Uno de los aspectos primordiales para Mihi es la revisión de las cimentaciones de las casas: "Tienen que revisarse los cimientos de muchas viviendas antiguas, ya que han resultado dañados por el agua y en muchos casos van a tener que acometerse reparaciones muy costosas". Otro de los aspectos de los que se quejan los vecinos es de "la explosión de un transformador eléctrico que estaba a la intemperie, algo que el Ayuntamiento no puede permitir", y que dejó sin luz más de 350 hogares. Asimismo, en la zona hay todavía garajes a los que no se puede acceder.


Desde la comisión, que ha convocado una concentración para el próximo día 18, transmitirá también a la Administración "la necesidad de recibir explicaciones, que se diga a los vecinos por qué se dio esta situación y por qué no se avisó". "Hay miedo entre los vecinos porque es la primera vez en 50 años que ocurre algo así y no sabemos si se puede volver a repetir, queremos saber qué ha pasado y qué medidas se van a tomar, si se va limpiar el cauce del río o no", concluye la representante vecinal.


Trabajo frenético de los administradores


Otro colectivo 'afectado' por las riadas ha sido el de los administradores de fincas, que han vivido -y siguen en ello- unos días de actividad frenética atendiendo las peticiones de cientos de comunidades de vecinos. "Hemos recibido infinidad de llamadas, el trabajo de estos días ha sido increíble. Nosotros hemos tenido que gestionar la paralización de 45 ascensores y la inundación de una decena de garajes, sobre todo en el barrio Jesús y en el Actur, y todavía tenemos constancia de varios ascensores parados porque las empresas de desatascos no dan abasto", explica Carmen Chasco, administradora en SAA Fincas Zaragoza.


No son pocas las comunidades que aún tendrán que esperar unos días para que sus elevadores vuelvan a ponerse en funcionamiento, concretamente hasta que el nivel freático del Ebro recupere sus niveles habituales. "Los ascensores tienen piezas en el foso que en cuanto se mojan tienen que cambiarse y vaciar el foso una vez no asegura que no vaya a volver a llenarse. El Consorcio cubre una vez esa reparación, pero no dos", apunta Chasco.


Tramitar la indemnización por internet

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Se pueden iniciar los trámites con el Consorcio a través de su página web, aunque posteriormente el damnificado tiene que exponer el caso en profundidad en una de sus sedes, incluyendo el mayor número de documentos posibles que acrediten el daño causado en la propiedad. A partir de ahí se abre un proceso para estudiar cada caso y dar la solución que la entidad considere oportuna.