El alcalde de Boquiñeni, Miguel Ángel Sanjuán, ha mostrado su malestar por la "dejadez" de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Gobierno de Aragón con la población, porque a pesar de la situación por la crecida del Ebro han pasado la noche, ha dicho, "totalmente solos".

"Es vergonzoso que nos traten a los pueblos ribereños como nos están tratando", ha afirmado Sanjuán, quien ha asegurado que quienes están defiendo el pueblo como pueden son los vecinos de Boquiñeni y Luceni.

Ha confirmado que en un principio se ha pensado en evacuar a todos os vecinos, aunque finalmente se ha decidido que es mejor trasladar a las personas mayores o con movilidad reducida a la residencia de Figueruelas y el resto, permanecer en el pueblo, que tiene unos 870 habitantes.

El alcalde ha afirmado que han estado achicando agua con miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) pero, ha asegurado, "actualmente no vemos a ninguno" y en el momento que ha querido conocer el plan de evacuación "aquí no había nadie" y han tenido que decidir, según ha asegurado, "entre cuatro o cinco personas del pueblo".

Ha indicado que el riesgo de que se inunde el pueblo no es tanto que no resista la mota de contención, que lo está haciendo "más o menos" aunque hay filtraciones, sino una acequia que reclaman que se eleve desde hace tiempo porque es "muy fácil que salte" el río y es "por donde más daño puede hacer", por la parte de arriba de la población.

Ha advertido de que si los vecinos no consiguen parar el agua que llega por la parte de arriba, entrará al pueblo, aunque lo hará despacio, causará igualmente daños.