El héroe de la tragedia del tren correo en Grisén

Gregorio Torres Alcázar se adentró en el fuego con 22 años para salvar a siete personas.

Homenaje a Gregorio Torres Alcázar
El héroe de la tragedia del tren correo en Grisén
Antonio Hernández Torres

Gregorio Torres Alcázar, de 22 años, era un cabo primero del Ejército del Aire, donde se alistó a los 17. Provenía de una familia humilde y sus padres tenía tres hijos (dos gemelas y él). El 9 de febrero de 1965 aprobó con el número uno la oposición para ascender a sargento. Le llamó un general y se lo comunicó. Aprovechó unos días de permiso que se ganó para mandar un telegrama a sus padres con la nota (“Aprobado con el número 1”, decía) y se fue rápidamente a comprar unas alianzas para su novia, Carmen Gómez, porque iban a casarse el 31 de octubre si ascendía. Aquel viaje en el tren correo Madrid-Barcelona era una sorpresa para la familia y su prometida. Un compañero le acompañó a comprar los anillos y lo acompañó a la estación ferroviaria.


Pensaba llegar a Cortes por sorpresa antes de que lo recibieran pero no fue así. Al pasar por Grisén el tren comenzó a arder como un infierno. Gregorío no lo pensó y se adentró en el fuego para salvar a siete personas, entre ellos una niña que pudo ser Josefa Navarro, conocida como 'la Pepi', según se recabaron esos días con los testigos. “Fue un héroe. No pensó en sí mismo, ni en su futuro, ni en su novia, ni en sus padres y hermanas. Nos dejó con el orgullo de tener un hermano que dió su vida por los demás pero no tuvo tiempo de pensar en su madre, a la que adoraba, ni en la ilusión por su próxima boda. Dejó a su familia destrozada”, explicó su hermana Dora Torres, en un homenaje que se celebró el domingo en Cortes de Navarra. “A partir de su muerte, la vida de sus padres fue sólo para llorar su recuerdo. Ellos ya no están. Tampoco nuestra hermana Adela, a la que tanto protegía cuando eran pequeños”.


Hace unas semanas, Carmen Gómez, la novia de Gregorio, se presentó en el ayuntamiento de Cortes de Navarra, para proponerle celebrar un acto de homenaje al héroe anónimo porque iban a celebrarse los 50 años de la tragedia del tren de Grisén. El alcalde Javier Blasco asumió sufragar la placa que se colocó en el parque donde juegan los niños del pueblo, recién estrenado. Más de 150 personas acudieron a la sala donde se proyectaron imágenes del cabo del Ejército del Aire y hasta el documento de su ascenso.


Ayer en Grisén, los familiares de Gregorio y el acalde de Cortes de Navarra acudieron al acto. Carmen se emocionó al conocer a María Navarro, la tía de Pepi, porque pudo salvarla el militar, aunque llevan 50 años buscándola por toda España. En 1994, el programa ¿Quién sabe dónde? grabó un episodio en la localidad zaragozana, famosa por ser el pueblo del viento, en busca de la Pepi. Pero no la encontraron.


María Navarro y Carmen Gómez se fundieron ayer en un abrazo con la esperanza de que un día la encontrarán. La novia, las hermanas gemelas Dora y Encarna (residentes en Zaragoza) y dos sobrinos de Gregorio Torres hicieron el viaje a Grisén para recordarlo. No dejaron de proclamar que entró tantas veces al tren para salvar a las víctimas hasta que el techo se le cayó encima. Un guardia le advirtió que no volviera dentro del tren, pero el cabo del Ejército del Aire murió por salvar a los demás.