El órgano de La Merced de Tarazona vuelve a sonar tras un siglo en silencio

Después de un año de restauración, el instrumento del siglo XVI vuelve a sonar.

Se han invertido 180.000 euros en la restauración de este antiguo instrumento.
El órgano de La Merced de Tarazona vuelve a sonar tras un siglo en silencio
N. B.

Tras casi un siglo de silencio, el órgano de la iglesia de La Merced de Tarazona vuelve a sonar. Ha sido necesario someter al instrumento a una profunda restauración, valorada en 180.000 euros. Esta intervención, realizada por la empresa Órganos Moncayo, ha sido posible gracias al convenio de colaboración entre la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), el Obispado de Tarazona, y el Ayuntamiento turiasonense.


“Alguien nos transmitió el valor del órgano, su riqueza patrimonial y además, en la ciudad no había ninguno de estas características, razones suficientes para ejecutar la restauración. Recuperar el patrimonio no pasa solo por los bienes inmuebles, sino también los bienes muebles. Era una oportunidad para aprovechar su uso religioso, didáctico para los alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Tarazona, y ayudar también a diversificar la actividad cultural de la ciudad con conciertos y jornadas específicas”, opina Luis María Beamonte, presidente de la DPZ y alcalde turiasonense.


El instrumento presentaba un aspecto muy deteriorado, con daños por el ataque de la carcoma en algunas partes, y se ha realizado una restauración integral que, por un lado, le ha devuelto a su aspecto original y, por otro, le ha permitido recuperar la belleza de su sonido.


Así, se ha realizado una escrupulosa intervención en el secreto, que es el corazón del instrumento, y un control exhaustivo para asegurar su conservación y funcionamiento a largo plazo; se ha restaurado la mecánica y se ha reconstruido el teclado según el estilo del autor y su época. También se ha reconstruido la tubería, ya que solo se conservaban 221 de los 1.042 existentes; los dos fuelles de aire y el mueble, y se ha realizado una copia del banco para el organista orientado a los antiguos de la época.


“Todo esto se tenía que reconstruir de forma artesanal porque no hay máquinas para reproducir esas piezas, se hace a mano como hace siglos, así que es una tarea muy laboriosa”, explica la restauradora de órganos Christine Vetter.Más antiguo


A lo largo de los años, el instrumento sufrió varias intervenciones que destruyeron parte de sus componentes, con la consiguiente pérdida de su originalidad. La primera fue en el momento de su montaje o poco después. La segunda gran reforma fue realizada en 1765 por el gran organero Silvestre Tomás de Rocaberdi, que supuso un importante cambio en la concepción y el estilo. Posiblemente, en el siglo XIX hubo otra en la que se enmascaró su policromía original.


“Lo más destacado es que el mueble del órgano es más antiguo de lo que se pensaba. Al retirar la pintura salió a la luz una rica policromía renacentista, muy vistosa, probablemente la más bonita de la provincia”, dice Vetter.


Así, el órgano de La Merced data del siglo XVI y es el más antiguo de los que hay en Tarazona: hay uno en la catedral de Santa María de la Huerta que no funciona, y otro en la iglesia de San Francisco que suena pero necesita una intervención urgente. Aunque se desconoce su autor, documentación procedente del archivo municipal revela que el instrumento fue comprado en 1665 a los cistercienses de Fitero (Navarra) por 1.700 reales de plata.


El párroco de La Merced está muy satisfecho del resultado. “Después de veinte años que recuperé el órgano de Alhama de Aragón, he tenido la suerte de recuperar este órgano del que me enamoré en el momento en que lo vi hace diez años. Es un triunfo y un éxito, y para Tarazona tener una joya como ésta con su multitud de sonidos es inesperado, no esperaba que fuera tan bueno”, afirma Antonio Latorre.