El nuevo escáner del hospital Ernest LLuch estará instalado a mitad de diciembre

El desmontaje del equipo en uso se empezará a hacer el 17 de noviembre y durante un mes, las pruebas urgentes o de pacientes ingresados se harán en el Clínico de Zaragoza.

Imagen del viejo escáner del hospital Ernest Lluch de Calatayud
El nuevo escáner del hospital Ernest LLuch estará instalado a mitad de diciembre

El próximo 17 de noviembre comenzará la instalación de un nuevo TAC en el Hospital Ernest LLuch de Calatayud, que reemplazará al único con el que cuenta el centro, y que está en uso desde hace 13 años. Es uno de los tres Tómógrafos Axiales Computerizados adquiridos por el Departamento de Salud, junto con los que se van a colocar en el Hospital comarcal de Alcañiz, y en el Obispo Polanco de Teruel.


Este martes, los responsables del centro hospitalario bilbilitano y los encargados del área de radiología mantenían un encuentro con personal de Siemens, la empresa adjudicataria, para planificar los trabajos de sustitución del actual equipo por el aparato que, si todo marcha según lo previsto, se estrenará a mitad de diciembre. El recientemente adquirido es un TAC de 64 cortes, que ofrece más calidad de imagen, más rapidez, y más fiabilidad diagnóstica, ofreciendo también la posibilidad de ampliar la cartera de servicios, al poder utilizarse para la realización de colonoscopias o coronariografías virtuales, no invasivas, que hasta ahora no podían hacerse aquí.


El antiguo aparato con el que se cuenta en este sector sanitario desde 2001, es un equipo helicoidal de un solo corte, que se había quedado obsoleto tecnológicamente. Exigía un mantenimiento cada vez mayor y había obligado a parones en este tipo de pruebas, como consecuencia de averías sufridas en 2013.


Esta renovación era una demanda que se venía haciendo desde el Hospital Ernest Lluch. A pesar de que se anunciaba la compra hace meses, esta se ha hecho efectiva casi un año después. Según el cronograma que se ha fijado entre el personal del centro y la empresa, el 17 de noviembre se empezará a desmontar el viejo TAC. Se iniciará entonces el acondicionamiento de la sala donde estará, la misma que ocupa el equipo en uso. “Nos ha dicho la empresa que hay que hacer menos obra que lo que pensábamos”, comentó Raúl Fernández, el director del hospital.


Inmediatamente después comenzará la tercera fase. La instalación y pruebas del equipo a estrenar que se espera terminar el 16 de diciembre, fecha fijada para la entrega, una vez que esté puesto a punto el equipo. Durante ese periodo de un mes de parón técnico, las pruebas diagnósticas con escáner continuarán realizándose. Se ha diseñado un plan que variará según se trate de casos urgentes e ingresos, o programados. “Ya se ha comunicado a los servicios de radiología que no citen pacientes a partir de estas fechas”, explicó el responsable del Hospital. Para los TACs que sean urgentes o de pacientes hospitalizados, se harán trasladados en ambulancia a Zaragoza. “Irán al Clínico Universitario que es nuestro hospital de referencia, y las exploraciones programadas las hará una empresa externa que está por concretar”, comentó Fernández.


Todavía no se ha cerrado si para estas últimas se podrá contar con un equipo móvil que se desplace al hospital. “Sería lo ideal, pero muchas veces no hay disposición”.


En un centro hospitalario como el de Calatayud se realizan entre 12 y 14 pruebas con escáner al día. Esas serían las programadas por la mañana, a las que se añadirían las que durante la tarde se llevan a cabo por urgencia. La próxima adjudicación de un equipo manual de radiología vendrá también a mejorar el servicio de radiología de este hospital.


“Tecnológicamente ha sido un año importante para el Ernest LLuch”, dice su director. Quedaría por incorporar un nuevo ecógrafo para completar la modernización de este servicio hospitalario.


La práctica de escáner, como explicaba este gestor y médico, es imprescindible en la medicina moderna para la búsqueda de tumores, patologías inflamatorias y traumatismos. En el hospital de referencia para el sector sanitario de Calatayud, la lista de espera para este tipo de prueba es mucho menor que en otros hospitales de Aragón, donde puede alcanzar los ocho meses. “Aquí estamos con un mes de demora, así que ahora podríamos no externalizar”, comentó Fernández, pero se contratará otro equipo para mantener la atención que se viene prestando a estos pacientes.