Aragón

Las patentes aragonesas no entienden de crisis

El año pasado se solicitaron 232 patentes con sello aragonés, mientras en 2008 la cifra fue de apenas 204.

Detalles del invento
Detalles del invento

¿La crisis agudiza el ingenio? Hay quien no duda en afirmarlo. E incluso existen datos que, en cierto modo, logran refrendarlo. Frente a los malos augurios económicos y el imparable crecimiento de la tasa de paro, a lo largo de 2012 se solicitaron un total de 232 patentes con sello aragonés.


Una cifra nada desdeñable si se compara con los datos precedentes al gran desplome de la economía española. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2008 el número de patentes solicitadas en la Comunidad fue de 204, un 12% menos que la cifra del curso pasado. La diferencia es incluso mayor si atendemos a los años anteriores: en 2006 se llevaron a cabo 134 peticiones y en 2007 un total de 163. Solo a lo largo de los tres primeros meses 2013 se han iniciado los trámites para registrar 38 innovaciones industriales.


¿Menos empresas?


Aunque no existan datos concluyentes, sí se puede apreciar una tendencia en la que, a pesar de que crezca el número de solicitudes, el total de empresas que las impulsa experimenta una evolución inversa. En el año 2009 fueron 98 las entidades que cumplieron con los trámites pertinentes, mientras en 2011 (son los dos únicos años con el dato publicado), el volumen de firmas se redujo a 80.


BSH Electrodomésticos, por ejemplo, fue la sociedad que más solicitudes de patente españolas presentó en 2012. El pasado año su número de peticiones ascendió a 135, lo que supone el 58% del total de solicitudes presentadas en Aragón. La firma, que tiene su sede central en Zaragoza, se encuentra por octavo año consecutivo entre los tres primeros y, por primera vez, ha superado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas.


Del boceto al registro


Una novedosa idea en el campo del tiro deportivo podría convertirse en un importante negocio para el zaragozano Víctor Coma. A sus 30 años, este técnico superior en matricería y moldes se ha convertido en el primero en esbozar, proyectar y patentar un revolucionario dispositivo enfocado en la recarga de munición, frente a multinacionales con amplios departamentos de I+D.


"A grandes rasgos, consiste en unificar en un solo producto dos accesorios del arma: el alimentador de puntas y el alimentador de vainas", explica Víctor. "Esto supone un importante ahorro en la producción y, por tanto, también para el comprador". La suma de las dos piezas supone un desembolso medio de entre 650 y 700 euros. El invento de este aragonés alcanzaría un precio de mercado de entre 340 y 400. Una diferencia a tener en cuenta.


Igual que Newton con su famoso 'manzanazo', a Víctor le llegó la inspiración cuando menos lo esperaba: "Tengo varios amigos aficionados al tiro deportivo que me invitaron a algunos eventos. En ellos fui aprendiendo cosas sobre las armas y vi claro el problema y la posibilidad de subsanarlo. Así que diseñé los bocetos en casa y empecé a encargar que me los fabricaran".


Lo que en un principio no era más que un bosquejo sobre un papel ya es toda una realidad, que pronto podría comercializarse en Estados Unidos, donde también está registrado. "Es el principal mercado, junto a Canadá. Ya he hablado con varias empresas y se han mostrado interesadas, e incluso hemos firmado algunos preacuerdos", indica el joven. Quizá sea cierto eso de que es momento para el ingenio...