Crimen en Zaragoza

Hallan el cadáver de la joven desaparecida oculto entre la maleza en María de Huerva

El cuerpo fue encontrado entre la N-330 y la A-23 con «evidentes signos de violencia». La autopsia revelará este martes las causas de la muerte de Natalia A. L., de 29 años.

Entre Muel y María de Huerva
Búsqueda de la joven desaparecida_6
EFE

Tras casi dos días de intensa y desesperada búsqueda, la Policía Nacional localizó este lunes en un descampado de María de Huerva el que podría ser el cadáver de Natalia A. L., la joven de 29 años a la que presuntamente asesinó el sábado Juan Manuel Gallego Brañas antes de quitarse la vida con la escopeta de caza de su padrastro en Valdespartera.


Aunque en el dispositivo que peinaba la zona participaban helicópteros y guías caninos, fue una patrulla a pie la que localizó el cuerpo sobre las 16.45, en un lecho de hojarasca situado a la altura del kilómetro 18 de la antigua carretera de Teruel (N-330). A falta de que la autopsia -que se practicará este martes- confirme las causas de la muerte, solo ha trascendido que presentaba «evidentes signos de violencia». Todo apunta a que se trata de la joven desaparecida, lo que deberá confirmarse bien por la identificación de sus familiares, bien científicamente por el ADN.


Como explicó este martes el propio jefe superior de Policía de Aragón, José Villar del Saz, desde el primer momento se dio «plena credibilidad» al escrito que dejó el suicida en su coche y en el que indicaba que había matado a una joven y había ocultado su cuerpo en un lugar sin determinar junto a la N-330, entre las localidades zaragozanas de María de Huerva y Muel.


Del Saz reconoció también que trabajaban con la esperanza de poder encontrar a la víctima todavía con vida. «De ahí la intensidad de la búsqueda, a la que hemos dedicado todos los medios de la Jefatura y a la que se han sumado unidades de Madrid y otras demarcaciones», explicaba por la tarde, a escasos metros del lugar donde se halló el cadáver.


El homicida eligió un punto estratégico para esconder el cadáver de Natalia A. L., ya que pese a estar ubicado a los pies de la autovía Mudéjar, la pronunciada pendiente de la cuneta, de unos doce metros, impide ver nada a quienes transitan por la misma. El cuerpo se hallaba a escasa distancia de la N-330, pero un grupo de pinos dificulta también la visibilidad a sus usuarios, muy pocos desde que entró en funcionamiento la A-23.


La investigación sigue abierta

Ni el hallazgo del cadáver ni el escrito autoinculpatorio del presunto asesino permiten al Grupo de Homicidios de la Policía -con el que ha colaborado también la Guardia Civil aportando un grupo de agentes al dispositivo de búsqueda- dar por cerrado el caso. De hecho, sus inspectores y los de la Policía Científica estuvieron este lunes escudriñando la zona en busca de posibles pruebas.


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