NUEVO DRAGADO DEL RÍO

Zaragoza dragará otra vez el Ebro para que los barcos pueda navegar en un mes

El Ayuntamiento reacondicionará el canal de navegación por fases tras las últimas crecidas, una tarea que se deberá acometer cada añoLa contratista solo dará servicio regular los fines de semana con dos embarcaciones

ZARAGOZA. El Ayuntamiento de Zaragoza dragará de nuevo el tramo urbano del Ebro para garantizar la navegación a partir de junio. El consejero municipal de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, apuntó que los trabajos se acometerán por fases con el objetivo de retomar el transporte fluvial cuanto antes, aunque en unas condiciones muy distintas al pasado verano. La contratista, Turismo Ebro Fluvial, solo dará servicio regular los fines de semana y la flota se reducirá a dos barcos, el catamarán Félix de Azara y un Ebrobús. Además, la empresa prevé ajustar los precios a la baja para que el público se anime a surcar el río.

 

Será la tercera intervención consecutiva en el cauce para ajustarse a las necesidades de las embarcaciones, que portarán motores fuera borda adicionales para poder remontar el Puente de Piedra. El año pasado ya se montaron en los Ebrobús y este año se hará lo propio con el catamarán, ya que la potencia de estas embarcaciones electrosolares no es suficiente. Fuentes de la empresa señalaron que esta opción es "la más probable" para "superar la corriente" que se genera en el ojo rebajado del puente y pueda atracar en el Náutico. La previsión es instalar dos motores de gasolina de 50 caballos.

 

Jerónimo Blasco señaló que el último estudio de calado del río -batimetría- revela que el canal de navegación está mejor conservado de lo previsto, por lo que habrá que sacar menos áridos. "Somos optimistas y creemos que se podrá navegar de nuevo a principios de junio. Los datos confirman que cada año va a menos, por lo que solo habrá que limpiar", dijo.

 

El Ayuntamiento no solo deberá dragar el canal de navegación, sino que deberá balizarlo de nuevo y montar los pantalanes para que atraquen los barcos. La empresa no se atreve a fijar una fecha para iniciar los trayectos porque, además, dependen del caudal. Si hay nuevas crecidas tendrán que esperar un poco más.

Factura anual de 15.000 euros

La previsión es que la factura anual del dragado ronde los 15.000 euros, ya que se da por hecho que habrá que actuar en el canal de navegación pese a que se hayan retirado las penínsulas utilizadas para tender los puentes. De hecho, este año se espera que el coste sea mayor al haber más áridos acumulados, aunque la cifra final dependerá de lo que encuentren las máquinas.

 

El importe, además, se ampliará si la contratista sufre pérdidas, como ya pasó en 2008. La demora en poder prestar servicio provocó un importante agujero en el que debía ser el mejor año de la explotación, concedida por 25 años, al coincidir con el periodo de la Expo: la compensación municipal ascendió a 319.320 euros.

Umbral de rentabilidad

Los cálculos oficiales apuntan a que el transporte fluvial será rentable si se logra una media de ocupación del 70% en los barcos durante los tres días semanales (de viernes a domingo) en los que se obliga a prestar servicio a la empresa durante cinco meses al año. Esta condición, renegociada y aprobada en enero, establecía que las embarcaciones debían volver a mediados de mayo. La demora de al menos un mes no tiene por qué provocar un grave impacto en las cifras de explotación, dado que se prevé obtener ingresos complementarios por el alquiler de los barcos y su uso como reclamo publicitario, tanto en el interior como en el exterior del casco.

 

Fuentes oficiales de Turismo Ebro Fluvial señalaron que tienen las embarcaciones almacenadas en una nave, por lo que empezarán el servicio cuando se den las condiciones. "Nos gustaría empezar en junio, pero solo podremos cuando esté lista la carretera", señalaron a modo simbólico.

 

Dos de los cuatro barcos que surcaron el río durante la Expo volverán al Ebro, aunque con ligeros cambios. El barco más ligero, el Ebrobús, seguirá navegando entre el puerto de Vadorrey y el meandro de Ranillas, mientras que el de mayor calado, el catamarán, solo cubrirá el trayecto entre Vadorrey y el amarre del Náutico. Para que llegara hasta Ranillas habría que ensanchar y ampliar el canal de navegación para que no chocara con el lecho. No obstante, supondrá una mejora porque el año pasado el catamarán no llegó a sobrepasar el Puente de Piedra.

 

Los precios, pendientes de cerrar, se reducirán. El viaje completo en Ebrobús costará doce euros (dos menos que el año pasado), mientras que la tarifa del catamarán se mantendrá en siete. En este caso, se ampliará el servicio hasta el Náutico, dado que el verano pasado el barco se daba la vuelta pasado el puente de Hierro.

 

La previsión de la empresa es ofrecer seis salidas diarias en el Félix de Azara (tres por la mañana y otras tantas por la tarde) durante los fines de semana, mientras que en el caso del Ebrobús se reducirán a cuatro por ser el trayecto más largo. La programación se podría cerrar en breve.

 

Las embarcaciones también surcarán el río en días laborables previa contratación. Por el momento no se ha hecho ninguna reserva. También se podrá alquilar los ecopatines, con capacidad para tres personas y que se impulsan con energía electrosolar. En cambio, los diez barcos de remo que también se ofertaban el año pasado no volverán al río.