ZARAGOZA

Una herencia impide al colegio Miraflores vender la Casa Moneva hasta dentro de 40 años

Los propietarios aseguran que respetarán el documento y que los apartamentos construidos serán para uso interno

La antigua casa Moneva y el convento de las Damas Catequistas de Zaragoza no podrán venderse total ni parcialmente hasta dentro de cuarenta años. En la herencia por la que el colegio Miraflores recibió estos dos edificios, los números 12 y 14 de la calle de Sanclemente, se establece que la propiedad no puede transmitirse hasta 50 años después de la muerte de doña Dolores Moneva de Oro, anterior dueña, fallecida en 1998.


Como este periódico ya publicó, los propietarios tenían la intención de reformar los dos edificios para construir apartamentos. Según informó el Ayuntamiento en ese momento, las obras consistían en aumentar cada uno de los inmuebles en tres pisos de manera que las alturas adicionales quedasen retranqueadas. Así, se podía disminuir el impacto visual entre la obra nueva y la antigua construcción, ya que tanto la Casa Moneva como el convento están catalogados.


La intervención se justificaba porque los edificios, en su estado actual, no agotan el volumen de edificabilidad de la zona. Un nivel que tampoco quedaría sobrepasado con la ejecución de este proyecto.


Sin embargo, las condiciones establecidas en la herencia podrían comprometer estas ideas. No obstante, el presidente del Patronato del colegio Miraflores, José Joaquín Sancho Dronda, explicó que "una cosa es construir y otra enajenar" y aseguró que el colegio "respetará escrupulosamente la voluntad que expresó en su testamento doña Dolores Moneva de Oro" e impide vender la finca hasta dentro de 40 años.


En este sentido, sobre el proyecto de reforma, afirmó que "se conservará el edificio de Casa Moneva", pero "se aprovechará un solar que hay detrás", junto al convento de las Damas Catequistas, para hacer aparcamientos y unos pocos apartamentos". Entre los dos edificios, existe actualmente una superficie de 286 metros cuadrados que corresponden a lo que un día fue el jardín de Don Juan de Moneva.


Aunque el presidente del Patronato no pudo concretar el número de viviendas que se edificarán por no tener el proyecto delante, aseguró que vendrían a ser de uso propio. "Sin desvirtuar ni un ápice los términos de la herencia y respetando por completo el testamento, se puede aprovechar una parte", reiteró.


Sobre la fase en que se encuentra la iniciativa, confirmó que ya se ha presentado el proyecto al Ayuntamiento de la capital aragonesa y se estaría a la espera de que éste concediera la licencia de obras. "Si nos autoriza el Consistorio, esas son nuestras intenciones", señaló.


Eduardo Benzo, de la constructora madrileña SMC, es la persona designada por el Patronato del colegio para encargarse directamente de este proyecto. Coincide con el presidente en que en ningún momento, quieren transgredir lo escrito en el registro y añadió que actuarán en función de lo que el Ayuntamiento les permita. "Los edificios se rehabilitarán para darles un uso adecuado a la actualidad", comentó.


Sancho Dronda quiso también referirse al litigio existente con los arrendatarios de los locales. En los bajos de estos edificios hay tres establecimientos que llevan muchos años prestando el mismo servicio: un peluquería, una vinatería y una tienda de modelismo. A este respecto, afirmó que el objetivo es "intentar llegar a un acuerdo con ellos hasta el final". Pese a lo declarado por alguno de los responsables de los locales a este periódico que aseguraron que sus contratos de alquiler no vencían hasta finales de 2014, Sancho Dronda dijo que " la fecha de extinción de éstos está muy cercana".