ZARAGOZA

Un reivindicativo abrazo a un roble simboliza la defensa del Canal Imperial

Vecinos de San José, Torrero y La Paz piden recuperar las riberas y crear nuevos puentes.

Los vecinos bailan alrededor del majestuoso ejemplar de 'quercus robur'.
Un reivindicativo abrazo a un roble simboliza la defensa del Canal Imperial
carlos moncín

Con el sempiterno sueño de hacer de toda la ribera del Canal Imperial un parque lineal que embellezca esta zona de Zaragoza, más de un centenar de vecinos de barrios como San José, Torrero, La Paz o Venecia recorrieron ayer por la mañana el trazado del Canal y dieron un simbólico abrazo a un roble con la intención de transmitir y recibir energía, fuerza y buenas vibraciones. Hubo música, almuerzo, juegos infantiles y recuerdos de cuando esta parte del Canal era navegable, entremezclados con reivindicaciones para recuperar la ribera izquierda y limpiar todo el entorno.

 

Chema Gregorio, de la Asociación de Vecinos de La Paz, explicaba ayer, megáfono en mano, cómo desde el deforestado mirador de Montecarlo, en los días claros, puede verse hasta el Pirineo. En esta zona, a juicio de los vecinos, convendría intergrar el cauce viejo del Canal con una lámina de agua que bien podría servir a la memoria de Ramón Pignatelli. Además, "hay árboles que se plantaron hace apenas un año y que se han secado. Sería conveniente apostar por las especies autóctonas como las sabinas, las carrascas o los robles de secano", explicaba ayer Gregorio, minutos antes de que Jesús Maestro, presidente de la Asociación Naturalista de Aragón, leyera el manifiesto en defensa del Canal bajo un majestuoso 'quercus robur'.

 

En los diversos puntos del paseo, los presidentes de las asociaciones de vecinos desvelaban a los decenas de congregados los secretos mejor guardados por el propio Canal, algunos de los cuales -incluso- sirvieron a Ramón J. Sender para localizar su 'Crónica del alba'. Así, se solicitó también que se instalaran hitos que recuerden hechos históricos como las batallas que -entre partidarios de los Austrias y de los Borbones- tuvieron lugar cerca del Cabezo Cortado o las intentonas de fuga que durante la Guerra Civil se procuraban a los integrantes de la CNT, por el barranco de la Muerte, en dirección a Fuendetodos. Estas historias y muchas otras se escucharon ayer en una soleada mañana en la que se explicó cómo el nuevo Plan General de Ordenación Urbana afectará al Canal, principalmente, en lo relativo a las comunicaciones de los barrios y, también, a los embarcaderos, que esperan a las constucciones de nuevos puentes con un galibo más amplio que permita el tránsito de las barcas. De hecho, los vecinos más veteranos sueñan con poder coger una embarcación en un barrio del Canal y poder dejarla en otro, como ya hacían con sus padres allá por los años 50. Para ello, habría que acometer actuaciones como 'evitar' la gran tapia de ladrillos a la altura de Las Anas, instalar las pasarelas recogidas en el Plan Especial del Canal o mejorar la comunicación entre Torrero y San José.