ZARAGOZA

Piden más de 10 años de cárcel para tres neonazis que agredieron a un joven en Zaragoza

Los hechos se produjeron en la madrugada del 25 de marzo de 2006 en la calle Pablo Iglesias de la capital aragonesa, y en la agresión también están implicados dos menores que ya han sido juzgados y condenados a seis años de internamiento.

Diez años y seis meses de prisión ha solicitado el Fiscal para cada uno de los tres jóvenes de estética neonazi que en marzo de 2006 agredieron con una piedra y un trozo de alcantarilla en la cabeza a Ramón Redondo, quien permaneció varios días en la UCI de un hospital de Zaragoza recuperándose de heridas muy graves.


Los tres presuntos agresores, que se encuentran en la cárcel de Zuera desde que se produjeron los hechos, son Juan Antonio Invernón, natural de Hospitalet de Llobregat, Gema Benjamina Palomar, de Zaragoza, y José Alberto Burriel, también de la capital aragonesa, quienes en el momento de la agresión tenían 20, 18 y 23 años, respectivamente.


El Fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de tentativa de homicidio por lo que solicita para los acusados 10 años y seis meses de prisión, mientras que la acusación particular, ejercida por la letrada Carmen Cifuentes, pide doce años y seis meses de cárcel para cada uno de los presuntos agresores.


Los hechos se produjeron en la madrugada del 25 de marzo de 2006 en la calle Pablo Iglesias de la capital aragonesa, y en la agresión también están implicados dos menores que ya han sido juzgados y condenados a seis años de internamiento en un centro de menores y a tres de libertad vigilada por un delito de asesinato en grado de tentativa, por el Juzgado de Menores número uno.


En el juicio, que se celebró en la Audiencia Provincial, declararon los tres presuntos agresores, quienes coincidieron en explicar que el día de los hechos todos ellos habían estado en casa de Gema bebiendo cerveza y que una vez se acabó bajaron a un bar cercano, donde bebieron una más hasta que el dueño del local los echó por tener "una ideología diferente", según Gema.


La joven reconoció que en aquel tiempo tenía una ideología nacionalsocialista, aunque dijo no simpatizar con los violentos, al igual que José Alberto y Juan Antonio, quienes tenían numerosos efectos relacionados con la ideología nacionalsocialista, como fotos, música o libros, entre otros.


En el relato de los hechos, los tres jóvenes coincidieron en explicar que cuando salieron del bar, "enfadados, porque no habíamos hecho nada", dijo Gema, vieron a una chica de raza negra, identificada como Sandra, a quien al parecer uno de los menores le hizo la burla.


Todos aseguraron que sí hicieron mención de perseguirla pero que finalmente cada uno siguió su camino, una versión diferente a la que facilitó la propia Sandra, quien insistió en que los cinco 'skins' la rodearon, empujaron, insultaron y tiraron del pelo, y que posteriormente, una vez ella pudo escapar hasta su portal, todos la siguieron y golpearon la puerta.

Injurias y maltrato de obra


Por ello, el fiscal también les acusa de una falta de injurias y otra de maltrato de obra, con la agravante de actuar por motivos racistas.


Tras este incidente, los tres jóvenes juzgados hoy y los dos menores siguieron caminando hasta llegar a la calle Pablo Iglesias, donde se encontraron con la víctima, Ramón Redondo, quien en su declaración afirmó que, los cinco 'skins', con una "estética amenazadora", le hicieron un "pasillo" para que pasara.


Reconoció no recordar la cara de ninguno de los agresores, ya que era de noche y la calle estaba poco iluminada, aunque explicó que uno de ellos, el que se encontraba a su izquierda, le pegó un puñetazo y que posteriormente comenzó a recibir golpes "por todos los lados", algo que no pudo evitar porque "no podía moverse".


Dijo que un oído le pitaba y que vio caer al suelo un objeto cuadrado partido por la mitad, momento en el que empezó a notar sangre en el ojo derecho a la vez que pudo huir hasta la calle María Zambrano para pedir ayuda.


Los tres presuntos agresores, por su parte, explicaron que fue uno de los menores el único que agredió a Ramón Redondo con una piedra, ya que Gema y Juan Antonio, entonces novios, se encontraban un poco más retrasados del grupo, y Gema incluso dijo haber intentado que el menor dejara de agredir a la víctima, pero que al medir 1,95 metros y pesar más de 100 kilos le resultó imposible.


Después de la agresión comenzaron a correr, aunque según explicaron los cinco fueron detenidos pocos minutos después por parte de agentes de la Policía Nacional.


En el juicio declararon dos forenses, quienes explicaron que el joven de 29 años y nacido en San Sebastián sufrió una herida muy peligrosa en una de las meninges, un órgano vital que podría comprometer la vida de la persona en caso de no recibir el tratamiento adecuado en el momento.


Respecto a las secuelas, explicaron que aún sufre síndrome postconmocional, cefaleas, sensación de vértigo y una cicatriz, entre otras.