ZARAGOZA

Los ortodoxos rumanos, en busca de un solar para su iglesia

La comunidad que comparte el templo católico de la Inmaculada Concepción se trasladará a un local de alquiler

Durante cinco años, los símbolos religiosos católicos han convivido con los iconos ortodoxos en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Zaragoza. Ahora, la comunidad ortodoxa busca un solar para construir su propio templo y desarrollar un proyecto social y cultural encaminado a la acogida e integración de este importante colectivo inmigrante. La conversión de esta iglesia, cercana a la Romareda, en parroquia, motivada por el aumento de población, impide que los horarios de ambos cultos puedan seguir compatibilizándose al celebrarse más misas.


El sacerdote Aurel Nae, que llegó en diciembre de 2002, se sienta ante el altar a la hora de posar para la fotografía. Después del verano esta imagen no se volverá a repetir. Los ortodoxos se trasladan. De momento cuentan con un local de alquiler en el barrio de Las Fuentes y se va a solicitar la licencia para su reforma. Se trata de una ubicación temporal, ya que la idea es contar a medio plazo con una sede propia. Para acceder a una parcela se han entablado conversaciones con el Ayuntamiento zaragozano y el Gobierno aragonés, y se está a la espera de una respuesta por parte del consistorio.


"La iniciativa ha tenido una buena acogida tanto en el consistorio como en la DGA, y confíamos en obtener una respuesta positiva y encontrar una solución definitiva", explica Aurel Nae. En el Ayuntamiento hay un expediente abierto en Urbanismo y en el Gobierno autonómico se han mantenido contactos con la dirección general de Participación Ciudadana.


Hace un año era el único sacerdote ortodoxo de la comunidad aragonesa. Actualmente, con 60.000 rumanos viviendo en Aragón, hay también iglesias en Teruel, Alcañiz y Calatayud. Por ahora, Aurel Nae se desplaza el tercer domingo de cada mes a Huesca, pero se está a la espera de que a la capital oscense llegue el quinto sacerdote de la región.


La "divina liturgia", como se refiere a la celebración religiosa Aurel Nae, tiene lugar cada domingo entre las 8.00 y 11.00. A las 12.30 empieza la misa católica. "Nuestra ceremonia se alarga más, y al final la costumbre es saludar a cada fiel que asiste y darle la bendición personalmente", comenta Aurel. Acuden, dependiendo de los días, entre 300 y 400 personas. Además, en la sacristía, también compartida, tiene su sede una escuela parroquial, en la que participan entre 40 y 50 niños de 6 a 16 años. Profesores rumanos voluntarios imparten clases de lengua, historia y geografía de su país, además de inglés y catequesis.


De ello da fe el colorido cartel con nombres de frutas en español, inglés y rumano que decora la pared cercana a la mesa de la sacristía. Aunque la mayoría de los fieles y alumnos viven en Zaragoza capital, también hay grupos y familias que acuden desde Zuera y La Muela. Los sábados se reservan para las bodas y los bautizos.


"Un proyecto social y cultural"


No se trata de un empeño meramente religioso, sino que un aspecto fundamental de la propuesta es su carácter "social, cultural y de educación", subraya Aurel Nae.


En la capital aragonesa están afincados, a 1 de enero de 2008, 27.620 rumanos, un número que habrá crecido en estos últimos cinco meses y medio. En los barrios de Delicias y San José se concentran el mayor número, con 6.888 y 4.176 personas, respectivamente. La iglesia se convierte en un punto de referencia obligado y en un lugar de reunión y encuentro. "En el colectivo inmigrante hay un mayor sentimiento religioso, sobre todo porque encuentran un apoyo emocional", recalca.


Aurel Nae insiste en que además de edificar un templo, tarea para la que dispondrán de mano de obra voluntaria, quieren ampliar el abanico de actividades que organizan. "Queremos contar con espacio para la escuela parroquial y, al mismo tiempo, llevar a cabo cursos entre semana para adultos que se soliciten, como los de español", comenta.


Él ha recibido a muchos que llegan sin dinero o sin trabajo, y a los que deriva y orienta hacia los recursos de la ciudad. Un buen número acude con problemas, "angustias y frustraciones", a los que intenta dar respuesta. Otros, simplemente, persiguen sentirse un poco más como en casa y transmitir a sus hijos sus raíces.


Expediente en Urbanismo


El expediente con la solicitud de la comunidad ortodoxa, respaldada por la Asociación Rumanía Intercultural, espera una resolución en Urbanismo. Fuentes de esta área señalaron que este se resolverá "en un sentido u otro", una vez que se analice la petición, se valoren los suelos disponibles, las posibilidades de cesión y en qué condiciones. Los diferentes servicios técnicos tienen que informar. Una parcela de unos mil metros cuadrados bastaría.