EXPO 2008

La pasarela de Delicias empieza a montarse en la A-68

Los dos anclajes se han instalado y el mástil, de 28 metros, estará alzado en dos semanas. Zaragoza Alta Velocidad prevé colocar la estructura por tramos y tensarla para abril.

La pasarela peatonal que unirá la estación de Delicias con La Almozara y los accesos a la Expo ya ha empezado a instalarse sobre la A-68 con el objetivo de tenerla lista dentro de tres meses. La sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) ancló a mediados de este mes la base de la estructura, dos puntales metálicos de 15,5 metros cada uno, sobre la que se montará el mástil, de 28 metros de altura, en las dos próxima semanas. Dado su tamaño, llegará por piezas en un camión especial.


El proyecto lleva la firma del ingeniero oscense Juan José Arenas, el mismo autor del puente del Tercer Milenio, que propuso una pasarela metálica ligera de 240 metros de longitud y 5 de anchura para salvar el desnivel existente entre los barrios de Delicias y La Almozara. La base se aprecia a simple vista en la zona de obras de los accesos de la A-68, que se está transformando en el futuro paseo de la estación. Su color es blanco, como será el resto del entramado.


Fuentes oficiales de ZAV señalaron que las diferentes partes de la estructura se han fabricado en los talleres de Madrid de una subcontratista de Ferrovial, que irán llegando de forma progresiva para su ensamblaje. La pasarela se colocará sobre cuatro apeos provisionales hasta que se proceda al atirantado de los cables, que trasladarán las cargas al mástil. "El sistema de suspensión se hace mediante dos cables principales, de 90 milímetros de diámetro, a cada lado del mástil, y luego están el resto de péndolas, de 32 milímetros", explicaron.


El arranque del viaducto, de 72,8 metros, se tenderá en paralelo al complejo de la intermodal y luego girará en una suave curva hacia La Almozara. El segundo tramo superará el nudo del falso túnel de la A-68 e incluye un pequeño ramal, que a modo de zona de estancia, sirve como mirador del Ebro. La zona central alcanza los 90 metros y colgará directamente del mástil mediante los citados cables. El extremo final desembocará junto a la telecabina de la Expo, en una suave colina que se salvará mediante rampas y escaleras. Las personas con movilidad reducida dispondrán de un ascensor.


La estructura de la pasarela será metálica, pero el firme será una tarima de madera antideslizante. En una semanas se podrán apreciar los primeros segmentos instalados, aunque la conclusión se alargará hasta el mes de abril. Para el final se dejará la iluminación.


Su coste supera los 3,3 millones de euros, dado que se ha tenido que incluir cimentaciones para soportar sin problemas su peso. Su utilización se prevé masiva durante el próximo verano, dado que comunicará la terminal ferroviaria con la telecabina y la puerta del Pabellón Puente a la Expo. La distancia a pie no superará los 800 metros.