La oposición y numerosos vecinos de La Muela piden la dimisión de la alcaldesa

El Partido Popular (PP), único grupo de la oposición que queda en el Ayuntamiento de La Muela, y numerosos vecinos de la localidad han pedido la dimisión de la alcaldesa, María Victoria Pinilla, en la celebración del primer pleno del Consistorio desde que ésta salió de la cárcel.


El pleno ha comenzado poco después de las 11.00 horas con el salón lleno de vecinos, partidarios y contrarios de la alcaldesa, expectantes ante la primera aparición en público de Pinilla desde que dejara la prisión de Zuera, donde ha permanecido casi cuatro meses por su supuesta implicación en una trama de corrupción urbanística, imputada de once delitos.


Después de tratar los diferentes puntos del orden del día, entre ellos la dimisión de los dos concejales del PSOE, Goya Torres y Vicente Blázquez, la portavoz del grupo del PP en el Consistorio, Marisol Aured, ha leído una breve declaración con la que ha querido mostrar su "preocupación" e "indignación" por la situación del Consistorio, y ha considerado una "vergüenza" que esté gestionado "por imputados y cómplices".


"Es una falta de respeto", ha recalcado la edil popular, quien ha encontrado el apoyo de varias decenas de vecinos, quienes han aplaudido entusiasmados sus palabras.


Aured ha lamentado que la oposición, en este momento tan difícil, en vez de fortalecerse se debilite, en referencia a la renuncia de los dos ediles socialistas, ya que a su juicio en la adversidad debe haber más entrega para sacar el pueblo adelante.


Por ello, le ha pedido a la alcaldesa información sobre las arcas municipales, el presupuesto de 2008, el estado de las sociedades Urbanística y Cultural y Deportiva, aunque ha considerado que "la deuda más grande" de Pinilla con el pueblo es "devolverle la honra", porque "somos la vergüenza de Aragón y de España".


"Habéis despilfarrado el patrimonio" de La Muela y "habéis hecho mucho daño" a las arcas municipales, por lo que ahora "es necesario un profundo ejercicio de higiene democrática", ha continuado Aured, quien ha dicho que la única solución es la dimisión de Pinilla y de todo el equipo de Gobierno.


En su respuesta, Pinilla ha señalado que en democracia y mientras un tribunal no demuestre lo contrario todos son "inocentes", y ha agregado que "la obra más bella es la de ayudar y servir a los demás".


En ese momento, varias decenas de vecinos se han levantado abucheando y preguntándole: "¿Cómo no te da vergüenza?", y han dejado el salón de plenos mientras gritaban: "dimisión, dimisión".


Pinilla ha asegurado que no va a dimitir y que si la justicia no la inhabilita terminará la legislatura como alcaldesa de La Muela, "ayudando y sirviendo a los demás", y dirigiéndose a la edil popular le ha dicho que en dos años se podrá volver a presentar a las elecciones y tendrá la oportunidad de probar. "A ver si de una vez el pueblo se decide a votarte y eres alcaldesa", le ha espetado.


Sobre la situación económica del Ayuntamiento, ha apuntado que lleva muy pocos días trabajando y ha pedido un poco más de tiempo, pero ha insistido en que "por supuesto" tiene solución y se saldrá adelante.


Pinilla ha concluido su intervención dando las gracias a todos los concejales del PAR, por su cariño y apoyo y por "como habéis mantenido este barco que algunos querían llevar a la deriva", y especialmente a Ana Cristina Mateo, segunda alcaldesa accidental después de que Pinilla fuera encarcelada y de que la primera sustituta, Miriam Fajardo, cogiera la baja por maternidad.


Fajardo, al escuchar las palabras de Pinilla, se ha levantado de la mesa y ha dejado el salón de plenos, una actitud que la alcaldesa no ha podido explicar ya que no se ha dado cuenta, según ha dicho, pero ha reconocido que desde su salida de la cárcel no ha hablado con ella y la ha visto hoy por primera vez.


La trama de corrupción urbanística de La Muela se destapó el 18 de marzo y por el momento hay más de 30 personas imputadas, de las cuales tres permanecieron varios meses en prisión: la alcaldesa, el concejal Juan Carlos Rodrigo Vela y el empresario madrileño José Carlos Fernández.