fiestas del pilar 2022
Pilar Sánchez, de 50 años: "Al padre de mis hijos lo conocí una noche del Pilar"
"Me siento de Zaragoza y cuando oyen mi nombre a todos les despierta un sentimiento bonito por la 'Pilarica' y la gente de la ciudad", señala esta enfermera, tesorera de la Asociación Cruz de Lorena.
Es la primera Pilar en la familia y en su casa siempre ha habido tradición por estas fiestas. Su padre cantaba jotas cuando había una celebración o cualquier domingo después de comer y a sus hijos les ha transmitido el cariño por las Fiestas de Pilar. "El 12 de octubre es un día familiar; nos reunimos para el vermú y estamos todos juntos. Mis hijos y sobrinos salen conmigo en la Ofrenda de Flores", explica Pilar Sánchez, de 50 años y enfermera del Hospital Royo Villanova de Zaragoza.
Desde ese hospital sale la Cruz de Lorena, que este miércoles lucirá el manto de la Virgen del Pilar. Sánchez participará en la Ofrenda con la Asociación de la Cruz de Lorena, de la que es tesorera. "Antes lo hacía con grupos de mi barrio o de forma individual con la familia. Cinco años seguidos no pude participar porque trabajaba de mañanas, pero por suerte ya estaba en el Royo Villanova y siempre veía la Cruz. Por la tarde ya llevaba mis flores a la plaza del Pilar", detalla.
Pilar resalta que tiene una gran devoción por la Virgen y que vive intensamente estos días, enfocados hacia la Ofrenda de Flores. "Considero que son unas fiestas muy populares, que aprovecho para estar en la calle con los hijos, la familia y con compañeros que igual no ves tanto y en la Ofrenda puedes compartir con ellos unas palabras. Cada vez se hacen más actividades en la calle, hay opciones para todos los gustos no solo para los que vivimos en Zaragoza sino también para los que vienen de fuera. Es importante para quien las disfruta y para representar a la ciudad", dice Sánchez, que aprovecha para ir a conciertos o a otras actuaciones culturales.
Como anécdotas, destaca que su sobrina Lorena sale con ella en la Ofrenda y curiosamente tuvo un hijo el 12 de octubre. "La más importante es que al padre de mis hijos lo conocí una noche del Día del Pilar. Era la una de la madrugada, él es de Tarazona y había venido ocasionalmente a las fiestas con una amigo de aquí. Recuerdo que fui a la Ofrenda sin dormir", indica Pilar Sánchez, a la que le encanta su nombre. "Me siento de Zaragoza y cuando lo oyen a todos les despierta un sentimiento bonito por la 'Pilarica' y por la gente de la ciudad. Eso es en lo que me ha condicionado: el orgullo de ser maña y poderlo transmitir fuera", subraya.
