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Zoe Hernández: "Zaragoza tiene todos los servicios y sin los problemas de una gran urbe"

La capitana aragonesa del Casademont Zaragoza ofrece su visión sobre la ciudad. 

Zoe Hernández, en plena faena como fisioterapeuta.
Zoe Hernández, en plena faena como fisioterapeuta.
Oliver Duch

En Zaragoza no hay equipo femenino de fútbol ni de balonmano en la élite. El único gran deporte olímpico con representación en la máxima categoría es el Casademont Zaragoza de baloncesto . Allí, su bandera aragonesa es Zoe Hernández Ortiz, una jovencita de solo 20 años, con cinco temporadas ya de experiencia entre las mejores. Hija de José Miguel Hernández, exjugador del antiguo CAI Zaragoza (campeón de la Copa del Rey y subcampeón de la Recopa de Europa), además de participar en la dinámica de un equipo de Liga Femenina de Baloncesto, estudia tercer curso de Fisioterapia en la Universidad de Zaragoza.

Devoción y pasión se conjugan en la actividad de Zoe. Le apasiona el baloncesto y la fisioterapia, y a ellos se entrega. Lo del baloncesto le viene por vía paterna; lo de la fisioterapia, no. «A mi padre no le vi lesiones graves. Es más, ni le vi jugar nunca. No había nacido todavía", se arrancó. Su pasión profesional tiene que ver con la salud. "Sabía que iba a hacer algo de Ciencias de la Salud. Siempre me ha gustado. Fisioterapia me gusta mucho. Estaba entre Fisioterapia y Enfermería, y al final cogí Fisioterapia. Pero cuando acabe Fisioterapia, quiero hacer Enfermería. Voy por tercer curso de Fisioterapia. He sacado los dos primeros cursos y este año a ver si me puedo matricular en todas las asignaturas", explicó.

El duro trabajo a las órdenes de Carlos Cantero lo compagina con el estudio de una carrera universitaria que exige mucha dedicación. "Estudio y entreno o juego todos los días. Me saqué todas las asignaturas de Primero. De segundo, a lo loco, también me cogí todas. Seguramente este curso, tercero, lo tenga que dividir en dos años por las prácticas. Primero es mucho más teórico: Anatomía, Fundamentos de la Fisioterapia, Fisiología… Las carreras de la Salud son todas así, con un primer curso muy teórico. Segundo es mucho más práctico, aunque sigue habiendo teoría: Biomecánica, AMQ (Afecciones Medicoquirúrgicas)… Además de prácticas, como valoración y métodos. Este año, en Tercero, tenemos las prácticas con centros vinculados a la Universidad. No sé si me las voy a poder coger por el calendario de la Liga Femenina", detalló.

Y así transcurre el día a día de Zoe, entre su casa, el pabellón Príncipe Felipe y la Universidad. "Estudio en la Facultad de las Ciencias de la Salud, junto al Hospital Clínico Universitario. Este año tenemos una semana de mañanas y una de tardes. Intento hacerlo compatible con los entrenamientos. Entreno todos los días… Mis compañeros y compañeras me pasan apuntes. Intento llegar a todo. Hay mucho fisioterapeuta relacionado con el deporte y saben quién soy… Saben que cuando no voy, no estoy de fiesta, sino entrenando. La carrera es de cuatro años. Este verano haré prácticas en algún centro. También me habría gustado hacerlo el verano pasado, pero estuve concentrada con la selección nacional", aclaró.

En el propio Casademont Zaragoza, Zoe Hernández también encuentra respaldos muy sólidos. "Alicia Calvo es la fisio del equipo. Me llevo muy bien con ella. El médico es Alfredo Rodríguez. Me ayudan todo lo que pueden. Desde que empecé a jugar al baloncesto, Alicia siempre ha sido mi fisio. Ya lo era en el Mann Filter, igual que en las selecciones aragonesas. Es amiga mía", especificó.

Un colectivo deportivo también significa una magnífica escuela de aprendizaje de la fisioterapia. Lesiones de todo tipo, molestias varias y la capacidad volitiva de los deportistas para superarlas. Hay jugadoras admirables por su tesón. "Llevo cinco años en la dinámica del primer equipo, desde que era júnior de primer año. Debuté con 14 años en la élite con Víctor Lapeña, siendo cadete. Recuerdo la lesión de Vega Gimeno. Vino del 3x3 con el ligamento cruzado roto. Se recuperó aquí. Tiene una cabeza privilegiada para todo: para jugar, para ayudar, para competir, para recuperarse de las lesiones… Yo, gracias a Dios, no he sufrido hasta ahora ninguna lesión grave. Solo alguna lesión muscular. Recuerdo que estuve un mes y pico lesionada el año pasado y se me hizo todo larguísimo. Imagínese si me rompo para un año. Vega lo ve todo positivo. Dice que la lesión es superagradecida, que vuelves siendo otra persona. Se ha roto dos veces. No recuerdo ninguna lesión de más larga duración. Quizá Tania Pérez. Estuve en el Stadium con ella y ya se ha retirado. Es amiga mía y en el Stadium se rompió el menisco. Estuvo jugando con el menisco roto. Todo una campeona. Al final, lo dejó porque las lesiones acabaron con su carrera. De ella también merece la pena aprender. Jugar lesionada… A mí nunca me ha hecho mal nada. El año pasado, en pretemporada, me rompí el recto anterior; y el año anterior, el sartorio… Unas semanas, y a jugar", apuntó sonriente.

Pero ¿dónde está el secreto de la campeona que nunca se lesiona? Quizá sea la alimentación, los pucheros de la abuela Zoe, que se llama igual que la campeona. "No se llama ella como yo, me llamo yo como ella… Mi hermano mayor, Miguel, trabaja. Mis otros hermanos comen en el colegio. En casa como yo. Vivimos todos juntos. El día que se vaya uno, a mi madre le da un soponcio… La segunda soy yo. El tercero, Dani, estudia segundo de Bachillerato. Ahora está centrado en los estudios porque quiere estudiar Medicina. No quiere otra opción: o Medicina o Medicina. Y luego están los dos enanos, de seis años, Valentina e Ismael, a los que queremos con locura", narró. Habíamos advertido antes de la buena mano para cocinar de la abuela. "Nos cuida mucho. Yo no como mucha carne. Como verdura, pescado. De carne, pollo o pavo. Me gusta mucho la fruta. Procuro estar siempre en forma", verbalizó.

Así vive Zoe Hernández con su familia en Pinseque, en el extrarradio zaragozano. Allí duerme siempre que no está concentrada con el Casademont Zaragoza o con la selección española femenina. "En casa tenemos dos coches para movernos. Yo me saqué el carnet de conducir y voy y vengo a Zaragoza todos los días", dijo. La perspectiva de una deportista de élite que conoce otras ciudades españolas y europeas resulta muy interesante para aquilatar los servicios y comunicaciones de la capital aragonesa. "Zaragoza tiene los servicios de una gran ciudad sin los problemas de una gran ciudad, como los puede tener Madrid o Barcelona. Me explicaré: en Zaragoza tienes de todo y lo tienes a mano. Si quieres ir a la otra punta de la ciudad, puedes hacerlo, y habitualmente sin agobios. Está muy bien comunicada. Y lo digo yo, que vivo unos kilómetros fuera de ella. No tengo ningún problema en coger el coche e ir al entrenamiento desde Pinseque al pabellón Príncipe Felipe o a estudiar a la Universidad. Afortunadamente, tenemos de todo: servicios, lugares de ocio...", enumeró antes de referirse al único pero de la capital aragonesa. "Zaragoza tiene todo menos mar y playa", concluyó.

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