El rincón favorito de Zoe Hernández: la Churrería La Fama

De niña, la abuela Zoe llevaba a la nieta Zoe a la plaza del Pilar a darle de comer a las palomas. Además de las palomas, a la pequeña (entonces pequeña y ahora tan grande...) le gustaban las palomitas, igual que el algodón dulce que comía en las ferias cuando la llevaban sus padres. Cerca del Pilar, perpendicular a la calle de Alfonso I, se encuentra la calle Prudencio. Hasta allí se acercaba Zoe cogida de la mano por Zoe, hasta la churrería La Fama. Después de ver a la Virgen, un desayuno muy nutritivo. "Mi abuela iba al Pilar y me llevaba con ella. Después, a comer churros y el chocolate. Y el de La Fama era muy bueno. Siempre me acordaré de esos momentos tan buenos con mi abuela. Recuerdo que llevábamos comida para las palomas, pero luego comíamos nosotras chocolate con churros. Estaba riquísimo", confiesa Zoe Hernández.

Ahora, casi dos décadas después de esta visita tan tradicional en un aragonés, la abuela Zoe sigue cuidando la alimentación de la campeona. El deleite de los churros con chocolate se ha convertido en ocasional. La dieta de una deportista requiere otros aportes nutricionales. Pero la churrería La Fama continuará como referente de su patrimonio sentimental.