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En busca de un mantón de baturra perdido después de la Ofrenda de Flores

Soledad Martínez busca desde el día 12 la apreciada prenda con las iniciales de su madre, que perdió en el barrio de la Almozara en en la pasarela de la Expo.  

Soledad Martínez, con el manto que extravió en Zaragoza el día del Pilar
Soledad Martínez, con el mantón que extravió en Zaragoza el día del Pilar
Heraldo.es

Soledad Martínez lució durante la pasada Ofrenda de Flores un precioso mantón que le bordó su madre como regalo de boda. Pero cuál fue su sorpresa al descubrir por la tarde del día del Pilar que lo había perdido. Desde entonces, trata de recuperarlo a través de las redes sociales.    

Ese mismo día, a las 20.00, subió una fotografía a Facebook acompañada del siguiente texto: “Urgente, por favor, he perdido hace una hora este mantón en Almozara o Expo Pasarela, tiene muchísimo valor sentimental, tiene las iniciales de mi madre”. Como suele ocurrir con este tipo de publicaciones, en tan solo unas horas cientos de personas la compartían para tratar de ayudar a esta zaragozana a recuperar esta preciada prenda.

Martínez recuerda que llevaba puesto el mantón cuando regresaba a casa, y se lo retiró cuando tuvo que coger en brazos a una de sus hijas. “Creo que en ese momento se me debió de caer al suelo, no lo sé”, explica.

Hasta ahora, más de 2.200 personas han compartido la publicación, pero todavía no ha obtenido ninguna pista del paradero de su preciada prenda. “Desde mi primer Pilar, con tan solo un año, no he faltado jamás a mi cita con la Ofrenda de Flores, y tengo 35 años. Para nosotros es un día muy especial”, asegura.

"Mi madre tardó cuatro meses en hacer el mantón de cuatro picos en una tela antigua de hilo y con bordado de bobine, en el que aparecen sus iniciales, S. S"

El pasado 12 de octubre, esta zaragozana eligió, un año más, sus mejores galas para pasar la Ofrenda de Flores con su marido y sus dos hijas de 4 años y 10 meses, así como con su madre, Sole, que se decantó por el traje de piñorra, típico de Soria. “Todo lo que llevaban puesto mis hijas lo había confeccionado y cosido mi madre a mano”, destaca.

Fue tras una comida familiar en la zona de la Expo, ya de camino a casa, cuando echó en falta uno de sus complementos: el mantón de color marfil que le hizo su madre hace cinco años como uno de sus regalos de boda. “Estuvo cuatro meses trabajando en esa pieza, un mantón de cuatro picos en una tela antigua de hilo y con bordado de bobine en el que aparecen sus iniciales, S. S.”, explica Martínez, que asegura que le habría encantado que sus hijas pudieran lucirlo en un futuro como una de las piezas más elaboradas de su abuela.

Por eso, la zaragozana decidió subir una publicación a sus redes sociales en busca de ayuda: “Creí que así se leería más y podría haber suerte y remover conciencias, y tal vez la persona que lo encontró me llamaría. Esta pérdida me ha supuesto una enorme frustración”.

Ahora asegura sentirse sorprendida y muy apoyada por un gran número de personas anónimas que han sido capaces de conectar con su historia y que se han puesto en contacto con ella para mostrarle su apoyo. “Creo que he transmitido ese valor sentimental por las cosas que uno aprecia”, explica. Pero, por ahora, nadie le ha dicho decir qué ha sido de su mantón. 

Facebook, oficina de objetos perdidos virtual

Tras la celebración de la Ofrenda de Flores, las redes sociales se llenaban de publicaciones con objetos perdidos a lo largo de la jornada, como el pendiente de baturra de Ana Cristina Gracia, que contaba que era la primera vez que retomaba la tradición en mucho tiempo, o el broche plateado de Patricia, que pudo desaparecer a su paso por la calle Alfonso.

Cada vez, el mayor alcance de estas plataformas y la difusión que suele darse a este tipo de publicaciones han convertido esta red social en una suerte de oficina de objetos perdidos virtual que, como se ha demostrado en otros casos, en ocasiones funciona.

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