Renuncio a espadas de la presidencia

Disparidad de criterios entre Carolina Chaves y José Antonio Ezquerra con Manuel Escribano y Ponce en liza

Desplante de Enrique Ponce.
Desplante de Enrique Ponce.
Raquel Labodía

A ver si nos aclaramos. Si la estocada es la suerte suprema y los matadores de toros lo son por eso mismo, ¿por qué en el palco existe tal disparidad de criterios al respecto? No puede ser que el miércoles se le negase la oreja a Manuel Escribano tras un espadazo en lo alto a un adolfo y ayer Enrique Ponce sí la cobrara después de pinchar e introducir un soberano bajonazo en su primer turno. 

Carolina Chaves pecó de rigurosa con el sevillano, que a pesar de no poder con su exigente oponente puso a todo el público a favor, y ayer José Antonio Ezquerra regresó a la presidencia para bajar el listón en el inicio de la corrida de Juan Pedro Domecq, que auguró lo que vendría después. 

El propio torero de Chiva firmó otra de sus faenas tipo, con muletazos y recursos -algunos de ellos muy ventajistas- para todos los gustos, y el enloquecido público le pidió las dos orejas cuando el espadazo había sido, de nuevo, defectuoso. Mientras el toro caiga, aquí empieza a valer cualquier cosa. Y así Ponce celebró, de manera casi insultante, una media estocada pescuecera. 

Esta vez, Ezquerra ejerció bien su derecho a negar el segundo apéndice, cerrando las aspiraciones de puerta grande de un Ponce que ayer volvió a exhibir finura y plasticidad, pero más despegado que nunca. Por momentos, su magisterio quedó reducido a destoreo. Pero pocos estaban para valorar el ajuste. Mucho menos, la presentación de una corrida que volvió a los derroteros del pasado domingo. 

Por eso, volviendo a las apreciaciones de la usía Carolina Chaves, es preciso recordar que la actuación de Manuel Escribano debería haber recibido otro trato. La corrida de Adolfo Martín venía con trapío y en puntas, y él expuso lo que tiene. Fue víctima de un contraste de pareceres que no puede cobrar relevancia cuando la petición de la primera oreja es rotunda y mayoritaria. El que paga manda. 

Ureña sustituye a Manzanares

José María Manzanares tampoco podrá torear en la segunda de las dos tardes que tenía firmadas en la Feria del Pilar. Después de que el pasado domingo causara baja por una lumbalgia, todo hacía indicar que se perdería la corrida de hoy, y así ha sido. A útima hora de ayer, se confirmó que el alicantino no ha podido superar su dolencia y que Paco Ureña es el escogido para sustituirle en una corrida en la que el aragonés Jorge Isiegas tomará la alternativa de manos de Julián López ‘el Juli’. 

Ureña, uno de los grandes triunfadores de la temporada, y Simón Casas anunciaron ayer que acaban de romper su relación de apoderamiento. Y esa podría ser una de las claves para que diestro murciano haya cogido la sustitución de Manzanares, dado que las relaciones entre la empresa que actualmente regenta la plaza de toros de Zaragoza (Tauroejea-Circuitos Taurinos) y Casas no son nada buenas. Los mayores éxitos de Ureña esta campaña llegaron en Madrid, donde fue declarado triunfador, y Bilbao.

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