"Hay que profundizar la línea de renovación del Papa"

Minutos antes de las 12.00, la basílica del Pilar ha comenzado a llenarse de centenares de personas que esperaban el comienzo de la solemne Misa Pontifical. Este año, el segundo para el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, ha seguido la tónica que ya se vivió en la homilía del pasado: los miembros de la corporación municipal pertenecientes al Gobierno no han acudido a la misa (aunque algunos sí que han desfilado con sus trajes de gala en la Ofrenda) y ha sido la oposición la representante del Consistorio zaragozano. 

Jiménez no ha hecho ninguna mención en concreto a este asunto, aunque sí que ha hecho referencia a la situación política en su homilía. Por ello, ha explicado que la Virgen vendrá "para ayudarnos a construir un mundo más justo, solidario y fraterno, más allá de los propios intereses personales, ideológicos y partidistas". 

Asimismo ha señalado que los “tiempos recios” que vivimos requieren, como decía Santa Teresa de Jesús, “amigos fuertes de Dios”, capaces de dar testimonio auténtico de su fe. Por ello, ha pedido que se anuncie la Buena Noticia de Jesús "a nuestros vecinos, a todos aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los temerosos e indiferentes y a los desencantados". 

Durante la homilía, el arzobispo de Zaragoza ha recordado el momento de la aparición de la Virgen del Pilar en Zaragoza, motivo de celebración de esta festividad, y ha declarado que hay que "profundizar la línea de renovación del papa Francisco". 

Como de costumbre, dentro del templo se ha llevado a cabo una ofrenda en la que ha destacado la presencia de orquídeas de México.