Termina una multitudinaria y colorida Ofrenda en Zaragoza

La lluvia, que amenazó durante toda la jornada, llegó al final de la jornada, afectando solo a los últimos grupos.

Las previsiones meteorológicas auguraban una Ofrenda a la Virgen del Pilar pasada por agua, pero no fue del todo así.


Miles de oferentes, más de 240.000 según las estimaciones a las 19.00, pudieron entregar sus flores a la Virgen este miércoles, día del Pilar. La lluvia solo deslució una pequeña parte de la tarde durante la que algunos baturros optaron por hacer uso del paraguas. A partir de las 19.30 la lluvia arreció algo más y afectó también a los últimos grupos del gran acto de estas fiestas, pero paró al cabo de poco minutos.


La ofrenda arrancó, como siempre puntual, a las 7.30 de este miércoles festivo en toda España. Miembros de la Policía Local de Zaragoza, a caballo y con su traje de gala, fueron los primeros en recorrer el vallado dispuesto por la organización desde la plaza de Aragón hasta la plaza del Pilar, a los pies de la Virgen, que desde este martes preside la plaza. Tras la Policía, el grupo de Africanos Católicos, formado por unas 20 personas tocadas con coloridos trajes tradicionales, tuvo el honor de inaugurar el acto principal de las fiestas del Pilar. Lo hizo desde el acceso de la calle del Cinco de marzo, en medio de algunos nervios y ganas contenidas, pero con alegres cánticos africanos.


Eran los primeros compases de una Ofrenda que, más que nunca, estuvo pendiente del cielo. Los que desafiaron a las predicciones meteorológicas pudieron disfrutar de la mezcla de tradiciones y culturas que es la Ofrenda y que, un año más, a cargo de su organización destacaba Gonzalo Cuchi, al que a primera hora se le podía ver en el paseo de la Independencia, sobre el terreno, dando instrucciones para que nada fallara.


Porque en un acto en el que participan miles de personas todo tiene que estar planeado. Además de por el recorrido habilitado por el centro de la ciudad, las flores llegaron a primera hora también por el río, a falta de mar. Los miembros del grupo de la Ofrenda fluvial llegaban hasta las inmediaciones del Club Naútico hacia las 9.30 a bordo de una falúa real y de piraguas. Estas últimas pudieron llegar hasta el embarcadero del club, pero la falúa tuvo que atracar antes del Puente de Piedra porque no era seguro remontar hasta el Naútico, según explicaban los componentes del grupo. Desde Vadorrey salieron unas 15 personas en la falúa, "menos de las que inicialmente se esperaban", según explicó una de las componentes del grupo. 


La Ofrenda también se hizo desde el aire: en este caso fueron varios cazas del Ejército los que honraron a la Virgen sobrevolando la plaza, a eso de las 12.00.

Más de 490 grupos a las 19.00

Desde hace meses se ha estado destacando el número de grupos inscritos en la Ofrenda, el más elevado que se recuerda. En total, 684 agrupaciones estaban apuntadas para salir y el último dato oficial facilitado por el Ayuntamiento señala que, hasta las 19.00, ya habían completado su recorrido 490 grupos. Según el Consistorio, además, la mayoría han salido a su hora o con escasos minutos de retraso por lo que consideran que la de este año ha sido una de las ofrendas "más largas y con menos retrasos acumulados" de los últimos años. 


Más demora tuvo la fila de oferentes individuales, que a primeras horas de la mañana lograban completar su recorrido en una hora. 


En total, según los datos de las 19.00, pasaron por la ofrenda más de 240.000 oferentes y depositaron 5,7 toneladas de flores. 

Anécdotas de la tarde

Como en años anteriores, han participado en la ofrenda una gran cantidad de grupos y asociaciones en representación de otras regiones y países en los que también se siente devoción por la Virgen del Pilar.


Son muchas las anécdotas o imágenes curiosas que dejaban estos grupos con sus bailes y cánticos ante el manto de la Virgen. El público de la ofrenda no ha podido evitar maravillarse ante la maestría de una de las componentes más longevas del grupo paraguayo, la cual bailaba sin problemas con una botella de vidrio sobre la cabeza. Las niñas del mismo grupo, portando canastos en la cabeza, también provocaban sonrisas a los espectadores. 


Además de las jotas y los paloteaos tradicionales, la entrada a la plaza del grupo de Guinea Ecuatorial ha sido una de las más emotivas. Varias decenas de mujeres vestidas de fucsia entonaban cánticos a 'La Pilarica' en su idioma natal. "Es un canto a la mujer, porque decimos que la Virgen, que es una mujer, está y debe estar arriba", explicaba una de las componentes de la comitiva. 


La indecisión con los paraguas también ha dejado alguna que otra anécdota curiosa. El gran chaparrón anunciado ha terminado siendo un simple 'calabobos' y los baturros no tenían claro si cubrirse o no. A ratos abrían los paraguas y otras personas de su mismo grupo les pedían que los cerrasen cuando veían una cámara de fotos apuntando hacia ellos. De todas formas, casi todos optaban por recogerlos al terminar la calle Alfonso y entrar en la plaza del Pilar.

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