Ricardo Torres y Alberto Álvarez, en la tarde más aragonesa

Ricardo Torres y Alberto Álvarez, únicos matadores aragoneses incluidos en el ciclo pilarista, harán el paseíllo este domingo (18.00). Lidiarán -junto a Rafaelillo- seis toros de la Quinta (encaste Santa Coloma), en una corrida que se presume exigente y esencial para sus respectivas carreras. Ambos torean menos de lo deseado, y cada contrato les llega como una valiosa oportunidad para reivindicarse.

De la temporada de Torres destaca una notable actuación en Madrid, a comienzos de agosto. Pudo cortarle una oreja a un importante toro del Ventorrillo, y acabó dando la vuelta al ruedo. "Creo que me robaron aquella oreja, pero me quedo con lo a gusto que me sentí. Ver el tendido 7 de las Ventas en pie, apoyándome, fue una sensación maravillosa", recordó el diestro zaragozano, que no ha vuelto a vestirse de luces desde entonces.

Más rodado llega Álvarez. El 1 de septiembre, triunfó en su localidad (Ejea de los Caballeros); el 11 de ese mismo mes, desorejó un toro de Dolores Aguirre en Andorra. "Con el paso de los años, se le da más importancia a este tipo de tardes. Siento muchísima resposabilidad, pero a la vez estoy tranquilo porque este año estoy encontrando el concepto que busco", confesó el ejeano, que conoce "bastante bien" el ganado escogido para la ocasión.

"Esta va a ser la cuarta corrida de la Quinta que mate en Zaragoza, y siempre han pasado cosas. El encaste Santa Coloma me gusta; estoy acostumbrado a enfrentarme a toros de toda clase", añadió, y ensalzó la figura de Rafaelillo: "Es un especialista en las corridas duras; se maneja a la perfección en ellas. Su raza le lleva a dominar la situación con total normalidad". Las últimas comparecencias del torero murciano en la Mirericordia fueron, precisamente, con toros de Victorino Martín (Feria del Pilar 2014) y Adolfo Martín (2015, cuando cortó una horeja y marchó con la costilla fracturada).