Los grandes escenarios se ponen en marcha en la víspera de un pregón que evocará al Ebro

Últimos retoques. Un brochazo aquí, un pespunte allá, y todo estará listo para que mañana, a partir de las 19.00, comience el desfile del pregón que desembocará en la plaza del Pilar minutos antes de que la actriz Luisa Gavasa prenda el cohete en el balcón del Ayuntamiento. El pasacalles previo al pregón será muy novedoso este año y en él se han implicado hasta 20 compañías locales y 88 artistas, que estarán coordinados por los responsables de Caleidoscopio Teatro. El desfile tendrá al Ebro como protagonista y mostrará lo "animado" que puede ser el río. De hecho, se representará muy teatralmente en sus diferentes etapas (niño, joven, adulto y anciano) con una serie de carrozas repletas de plantas, peces, ranas, algún que otro siluro e indescriptibles bichos acuáticos.

"En el espectáculo se juntan compañías que provienen de diversas disciplinas como las artes circenses, el teatro de calle, la danza, la animación, la música y las artes plásticas", explicaban ayer desde el Ayuntamiento, donde añadían que "se pondrá también el acento en las amenazas que acechan al río y en la contaminación simbolizada por un dragón", según la gerente de Zaragoza Cultural, Elena Laseca.

Entre danzas de verduras (de la vega del Ebro, se entiende), mujeres medusa y una suerte de ‘poseidones’ de ribera, Azucena Gimeno, de Caleidoscopio Teatro, invitaba ayer a los niños a que asistan a participar con cartulinas y disfraces "para dar un poco de vida y poner su pequeña nota de color" en un pasacalles que saldrá del paseo María Agustín y bajará por Cesaraugusto hasta el Pilar. Nostraxladamus, Coscorrón, Binomio, Callejeatro, K de Calle o Zootropo son solo algunas de las compañías que aportan acróbatas y zancudos al desfile, si bien extravagantes personajes festivos ya podrán verse desde esta misma tarde en los escenarios que hoy suben el telón.

El más madrugador será el de la Carpa del Ternasco, que vuelve a ubicarse en el parque de Macanaz y prevé ofrecer hoy una comida popular. Ya por la tarde abrirán los puestos de la muestra aragonesa del paseo de Echegaray y, también, las instalaciones de las dos fiestas de la cerveza que se celebran: la de Valdespartera y la del parque de atracciones. Asimismo, la Federación de Barrios estrenará un espacio en el parque Bruil, mientras que otra de las novedades de este 2016, el festival de ‘food trucks’, también echará a andar con un concierto de la Bogus Band, a las 21.30 en la zona de la plaza de Europa.

Protesta de los hosteleros

Tanta oferta gastronómica ‘espontánea’ ha generado alguna que otra tensión con los responsables de cafeterías y restaurantes estables y ayer la Federación de Empresarios de Hostelería envió una nota mostrando su "rotunda oposición" a la organización de macroeventos ‘pseudo-gastronómicos’ y a que se autorice la instalación de carpas, chiringuitos, casetas y otros establecimientos de venta ambulante de comidas y bebidas, que realizan la actividad de hostelería, sin cumplir –en opinión de Horeca– con la normativa vigente ni con las condiciones higiénico sanitarias más básicas.

Hoy serán los hosteleros quienes presenten sus previsiones de ocupación para la semana de fiestas, si bien parecen menos halagüeñas que en ediciones anteriores ya que el día grande de las fiestas cae en miércoles y, en consecuencia, es complicado que los visitantes de comunidades limítrofes puedan hacer puente. Ayer, de hecho, ya trascendieron algunos datos –del portal Clubrural.com– que cifran en un 77% la caída de reservas en alojamientos rurales respecto al año pasado.

Por otro lado, y como viene siendo habitual la víspera de las fiestas, la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) aconsejó ayer a los ciudadanos que hagan uso de sus derechos como consumidores también durante el Pilar. UCA recomienda, sobre todo, que se esté vigilante a las medidas de seguridad que deben regir en los diferentes eventos en recintos cerrados y comprobar si el aforo supera los límites de capacidad establecidos para el mismo. Recuerda también la obligación que tienen los comercios y restaurantes de mantener sus precios expuestos al público y de facilitar hojas de reclamaciones si fueran requeridas.