Jorge Isiegas: "Mi sueño es ser el torero de la afición aragonesa"

Jorge Isiegas, delante de la plaza de La Misericordia.
Jorge Isiegas: "Mi sueño es ser el torero de la afición aragonesa"
José Miguel Marco

Hace cinco años le dije a un chavalito de 15 años que un día torearía en Zaragoza. Ese chavalito ya es un hombre y se llama Jorge Isiegas. Aquel mañana de ayer es hoy... Hoy se pone delante de dos astados de Los Maños en la plaza de La Misericordia.


Lo recuerdo perfectamente. El guión es precioso. Es lo que siempre deseé: torear en Zaragoza. De Zaragoza soy, aragonés me siento y en Zaragoza fue donde le dije a mi madre que quería ser torero. Solo tenía 3 años cuando se lo dije.


El apellido Isiegas rebosa aroma taurino. Su abuelo, Octavio Isiegas, incluso cortó un rabo en el coso de Pignatelli.


Yo no tuve la suerte de verlo torear nunca, pero, allá donde voy, citan a mi abuelo Octavio. La foto con el rabo que cortó en Zaragoza la llevo siempre en mi capilla. El hecho de que él fuera torero, indiscutiblemente, ha influido en mi vocación taurina. Para ser torero, se nace y se hace. Y yo nací torero.


Nació en Zaragoza, pero usted es un producto de la prestigiosa Escuela Taurina de Madrid.


Es cierto que me he hecho en Madrid. Mi padre tuvo que trasladarse a la capital de España por motivos laborales. El resto de la familia sigue viviendo en Zaragoza, donde vengo siempre que puedo. Siento tanto Zaragoza que llevo en mi pecho a la Virgen del Pilar, y mi equipo de fútbol es el Real Zaragoza. Empecé en la Escuela de Madrid con 14 años. Allí estuve hasta los 18, adquiriendo los conceptos básicos. Sin caballos toreé en Aragón en plazas como Maella o Ariza. Me pusieron empresarios como Ignacio Ríos. También, el Tano. Ha sido muy importante el apoyo de Alberto Aguilar. He toreado mucho por la Comunidad de Madrid.


Si decimos torear en la Comunidad de Madrid, cuando se empieza no suele ser en Las Ventas: el Valle del Terror, la Sierra...Duro, duro, duro...


Duro, no: muy duro. Más que novilladas, son auténticas corridas de toros. Debuté con picadores en la Sierra. Este año, afortunadamente, he hecho dos puertas grandes. Mañana (por hoy), es un día muy importante. Zaragoza es plaza de primera. Triunfar representaría un paso fundamental.


Me han contado que su traje reúne un elevado significado sentimental.


Sí, es cierto. Mi primer traje me lo regaló el último gran matador aragonés que toreó en todas las ferias, el Tato. Y me dijo que se lo devolviera cuando yo toree en todas las ferias. Con todo el respeto para todos los toreros aragoneses, que los hay y muy buenos, mi sueño es ser el torero de la afición aragonesa.


La novillada destila esencias aragonesas. Además de su presencia, se lidiarán novillos de Los Maños.


Este hierro ha conseguido logros importantes en los últimos años. El novillo Quejoso fue indultado en Zaragoza. He estado tentando en su finca. Son gente maravillosa que se lo han currado muchísimo para alcanzar su estatus actual. Ojalá podamos triunfar todos en una feria tan importante como la del Pilar.

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