Todo empezó en 1977, cuando Pepe Marcuello adquirió 80 vacas de distintos encastes y un novillo de la Bomba para fundar los Maños. Por aquel entonces, la ganadería afincada en Sobradiel -hoy se reparte también por Luesia y Figueruelas- estaba orientada únicamente a los festejos populares. De hecho, el propio Marcuello -junto a otros dos socios- fue el primero en promoverlos en el coso de la Misericordia, al tiempo que sus reses comenzaron a correr por las calles de infinidad de pueblos de Aragón y de las comunidades vecinas.

Y así, bajo las directrices del espectáculo menor, Marcuello trabajó durante poco más de una década. Concretamente, hasta que en 1988 -junto a otros tres hermanos- decidió enrolarse en la aventura de la lidia. Tras una primera intentona fallida con animales de José Santolaya -los eliminaron tras tentarlos y no quedar satisfechos con su comportamiento-, se asentaron en la Asociación de Ganaderos de Lidia con 40 vacas y un semental de Pablo Mayoral. Ejemplares de procedencia Santa Coloma que, esta vez sí, habían sido evaluados antes de la compra.

"Dos años después (1990), en Épila, presentamos nuestra primera novillada. Fue un momento muy emocionante, ya que nuestro esfuerzo se vio recompensado. Habíamos completado un largo recorrido", explica José Luis Marcuello, hijo del fundador y actual representante de la ganadería, y recuerda que el festejo mayor fue ganando peso: "Sin dejar de lado la calle, hubo un cambio sustancial en la forma de trabajar. La dedicación, evidentemente, no tiene nada que ver".

En 2007, dieron un paso más. Añadieron 20 vacas y dos sementales de Bucaré, propiedad de Javier Buendía. "Es lo más puro que existe de Santa Coloma; nosotros buscamos no salirnos de los orígenes de este encaste, definido por la bravura y la emoción que transmite", valora Marcuello, y subraya que "el toro ha de dejar satisfecho al aficionado, que es el que paga". Por ello, entiende que "la lidia ideal es la que llega a los tendidos y al propio torero, que también tiene que sentirse a gusto sobre la arena".

Un buen ejemplo es lo que sucedió entre 'Quejoso' y Jonathan Varea en el Pilar 2014. Primer indulto de un novillo en Zaragoza. Punto de inflexión de la ganadería. "A nivel de repercusión, aquella tarde fue la más importante de nuestra historia. Nos dio el impulso que necesitábamos", comenta, y hace referencia a otros triunfos más recientes: "Secretario' fue premiado como mejor toro de la corrida concurso de San Jorge en 2015; 'Salta Cancela' se impuso el pasado mayo en el de Vic-Fezensac; y, poco después, 'Palmero' fue indultado en la novillada de Cella".

Entre tanto, la familia tuvo que hacer frente a uno de los episodios más tristes que ha vivido el mundo del toreo: la muerte de Víctor Barrio. 'Lorenzo', cárdeno salpicado y lucero, acabó con la vida del joven torero en Teruel. "Fueron momentos verdaderamente duros. Somos conscientes de que en cada corrida puede ocurrir, pero que sea uno de tus toros marca. Anímicamente, nos dejó muy tocados", recuerda emocionado Marcuello, que decidió brindar su particular "homenaje" al fallecido.

Desde aquel 9 de julio, todas las reses lidiadas por los Maños han lucido divisa negra. "Mi padre pensó que podía ser un buen gesto y la familia le apoyó. Para lo bueno y para lo malo, estamos unidos", ensalza, antes de pasar a definir los novillos que saltarán al albero de la Misericordia el próximo sábado: "Tienen una gran presentación, ajustada a lo que es nuestra ganadería. Está uno de los hermanos de 'Secretario', y confíamos en que, como el resto, pueda embestir".

Pablo Aguado, el zaragozano Jorge Isiegas y Adrien Salenc serán los encargados de lidiar un festejo que dará comienzo a las 18.00. "A ver si hay suerte y el aficionado puede disfrutar en la primera de la feria. Tenemos fe en que las cosas salgan bien y nos ganemos el volver al año que viene", concluye Marcuello.