Nuevos espacios, renovar la programación y mejorar el transporte, objetivos en 2016

Zaragoza despide unas multitudinarias fiestas del Pilar con la vista ya puesta en las del próximo año.

Ambiente durante un concierto gratuito en la plaza del Pilar.
Ambiente durante un concierto gratuito en la plaza del Pilar.
Aránzazu Navarro

El entorno de la plaza del Pilar, corazón de la ciudad y epicentro de las fiestas con las que comparte nombre, aún conserva el aroma de la pólvora de la traca final. Los fuegos siguen en la retina de los zaragozanos, pero en el Ayuntamiento de la ciudad ya se empieza a maquinar y a trazar los primeros bosquejos de lo que serán los días grandes de la capital aragonesa en octubre de 2016. El concejal de Cultura, Fernando Rivarés, responsable último de los festejos, hizo este domingo análisis de lo que han sido estas intensas jornadas y autocrítica de aquellas aristas que cabe limar para lograr unas celebraciones más populares, con más acento aragonés y a la medida de todos los zaragozanos, independientemente de su edad, sexo, filias o barrio de residencia.


El edil tiene marcados en rojo varios objetivos en su futuro proyecto pilarista. A saber: "Descentralizar mucho más los actos", "crear aún más espacios" en los que distribuir las actividades y "que haya dos parques infantiles en lugar de uno". También quiere que los músicos de la casa ganen peso en el programa oficial. El primero de los propósitos supone una continuación del trabajo avanzado este año, en el que se han multiplicado las actividades en cuatro distritos (Torrero, Las Fuentes, Delicias y Parque Goya).


Rivarés aseveró que la programación y las contrataciones de este año han estado marcadas por los contratos "ya cerrados" por el anterior equipo de Gobierno y que se han visto condicionados a la hora de plasmar su idea de lo que deben ser unas fiestas del Pilar. Por eso se felicitó al recordar que el año que viene el equipo municipal tendrá un mayor margen de maniobra para dar una vuelta de tuerca y renovar el modelo, así como para traer "más artistas locales" -otra de las políticas de las que han hecho gala desde el minuto uno de las celebraciones y que en esta edición se ha quedado en "un 83% de las contrataciones"-.


La otra gran meta de cara a 2016 se la ha marcado la ciudadanía. En la encuesta de satisfacción encargada por el Consistorio y desgranada este domingo por el concejal destaca el descontento de los zaragozanos con el transporte público. Tres de cada diez vecinos consultados se quejaron en líneas generales del servicio y un 15% hizo lo propio con la saturación de los convoyes del tranvía, una estampa que va camino de convertirse en un clásico intemporal y ajena al color político del Ayuntamiento. Otro grupo nada desdeñable (11%) ruega que se refuerce la flota nocturna de buses.


Cambios aparte, en el área de Cultura se tiene claro qué elementos se mantendrán. El "exitoso" pasacalles, recuperado para la ocasión e integrado por once compañías aragonesas, es uno de ellos. También la nueva ubicación de la carpa del Ternasco, que ha hecho las maletas y se ha mudado a la margen izquierda para dejar respirar a la feria de artesanía y alimentación de la plaza de Los Sitios. Otro que se ha movido y que se moverá es el Tragachicos. El popular tobogán ha completado una tourné para regocijo de la chavalería en una apuesta por llegar a todos los niños, un periplo que también han completado los cabezudos, incluida la polémica Cigarrera sin pitillo.


El equipo de Gobierno, con Santisteve a la cabeza, mantendrá previsiblemente su planteamiento personal en la Ofrenda y en los elementos de signo religioso que la rodean, a pesar de que un grupo de la población (el 10,9%) "con cierto sesgo ideológico", matiza Rivarés, exige "más visibilidad del alcalde y de la Corporación municipal en los actos tradicionales", como la propia dádiva de flores o la misa del Pilar.


Prolongará su vida y ganará peso, también durante el resto del año, la campaña 'No es no'. Se lanzó con el apoyo de todos los grupos municipales (el primer gesto unánime de la legislatura) para concienciar sobre las agresiones sexuales que se originan al calor del alcohol y las multitudes y que este año se ha traducido en dos denuncias ante la Policía Nacional. Rivarés valoró como "muy importante" su impacto.


Civismo y más consumo


Aunque siempre hay "algún marranico", comentó el concejal con no poca sorna, lo cierto es que tanto locales como foráneos han mostrado día a día su "civismo", otro aspecto que deberá mantenerse dentro de la "alta participación" y la "gran satisfacción" que ha quedado en el Gobierno local. Aunque no todo ha sido positivo: estos días se han registrado más intoxicaciones etílicas (101 hasta el sábado) que en 2014, cuando se atendieron 74.


Dentro de la avalancha de datos facilitada en rueda de prensa por el edil, resulta interesante centrarse en los 136,35 euros de media que desembolsó cada persona. Supone un incremento de 15 euros respecto al curso pasado, debido en parte -según el Consistorio- "al gran inicio del puente festivo". Se incrementaron los consumos en todas las edades y en todos los grupos de compradores, aunque destaca el hecho de que las mujeres se dejaron en los comercios una media de 20 euros menos que los hombres.


Uno de los sectores que más se ha beneficiado de esta mayor alegría en el gasto es el hotelero. Rivarés subrayó que en el primer fin de semana "se rozó el 100% de ocupación de plazas hoteleras", que en el cómputo global de las fiestas ha rondado "el 95% de media". En este último punto cabe poco margen de mejora.

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