Rafaelillo corta oreja en la floja tarde de Adolfo Martín

Los aragoneses Paulita y Ricardo Torres dejaron detalles del toreo que llevan dentro.

Rafaelillo pasea una oreja en la tarde de Adolfo Martín.
Rafaelillo corta oreja en la floja tarde de Adolfo Martín
Javier Cebollada

La tarde 'dura', la de los Adolfos, decepcionó. Bien armados -que no presentados- todos ellos, adolecieron de un punto de casta. Se revolvieron en la muleta como alimañas, y miraron siempre de reojo a unos toreros acostumbrados a esto, pero con un poco más de gobierno. 


No tiene culpa Rafaelillo de haber paseado la oreja más regalada de la Feria. Él se puso como siempre con 'Madroño'. Se quitó el chaleco para lancearlo a la verónica, y le arrancó de muleta lo que tuvo: ni trasteo. Lo intentó hasta la saciedad y se llevó una voltereta con fractura de costilla. Pudo acabar en tragedia. Cuando se cansó de derramar valor, se la metió casi entera y marchó en ambulancia, con su oreja.


Antes, había abierto plaza con 'Sevillano'. Con él se empeñó en aquello de que la Fiesta no es de derechas, y se armó con la otra cuando el corniveleto no estaba hecho. Se llevó otro susto. Aviso, mejor dicho. Hubo alguno templado y en los medios. Se ganó la ovación de atreverse, no con cualquiera.


Con 'Vanidoso', el primero de Ricardo Torres, se vio el mejor muletazo de la tarde. Fue uno largo y profundo. En los medios, antes de ser asustado. Los de después parecieron sus retoños. Mató al tercer intento y escuchó tímidos aplausos. El francés Marco Leal fue desmonterado durante la lidia por clavar los palos con energía.


La segunda faena la alargó más de lo que correspondía, como debe hacer todo torero en su tesitura. Buscó las vueltas a un toro que no tenía ni dos pases. Eso sí, se manchó el traje menos que Rafaelillo. Este es de otro estilo. Estuvo mejor, en general. Pero yo me quedo con lo de antes, ese derechazo para el enmarque.


Paulita volvió a destacar a la verónica, esta vez, con pasito atrás. Lo mejor lo dio con su primero, ese que levantó el caballo del 'Patillas', y no por empujar. Se llevan en estos tiempos los picadores delgados. También lo de torear en las cercanías, sin dejar al toro despegar. El de Adolfo se los tragó mejor hacia los medios, y desarmó a su opontente de molinete. La estocada entró a la segunda. De lo contrario, estaríamos hablando de otras cosas.


En su estreno, había sobresalido algún despacioso natural. Ese también necesitó desacabello. Fue despedido, el de Alagón, de sonora ovación.

FICHA DEL FESTEJO:

Seis toros de Adolfo Martín, desiguales de cuajo y volumen, pero todos bajos y muy armados, en tipo de su encaste Albaserrada. Al conjunto le faltó un punto más de bríos y de casta, dentro de un juego muy dispar, que fue desde la noble entrega del segundo a las dificultades de varios ejemplares.


Rafaelillo: dos pinchazos y estocada corta perpendicular (ovación); media estocada tendida (oreja).


Ricardo Torres: pinchazo y bajonazo (silencio); estocada (ovación).


Paulita: estocada atravesada y descabello (silencio); pinchazo, estocada trasera y dos descabellos (ovación tras aviso).

Rafaelillo fue atendido en la enfermería de una fractura costal en el hemitórax izquierdo y un varetazo en el muslo izquierdo, producidos por su primer toro, y de un hematoma en la región pretibial derecha, ocasionado por su segundo.


Entre las cuadrillas, Marco Leal saludó tras banderillear al segundo. Dos tercios de entrada en los tendidos, en el sexto festejo de abono de la feria del Pilar.







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