Unas 'fantastic' Fiestas del Pilar

Aunque la mayoría de los visitantes son españoles, un buen puñado de 'foranos' también las disfrutan.

La animación de calle, una de las cosas preferidas de los extranjeros en las fiestas
Unas 'fantastic' Fiestas del Pilar
Tess Haddock

Casi, casi desde la otra punta del mundo. De Melbourne procede Tess Haddock, que estaba de vacaciones en España cuando descubrió que Zaragoza celebraba sus fiestas y no dudó un momento en acudir.


Una sola palabra resume su impresión de lo vivido durante cinco días en la ciudad. "Fantastic". "No podría haber tenido una experiencia mejor", añade. La música y el ambiente callejero son los elementos preferidos de esta australiana. "Las calles están llenas de música, cerveza, gente y perritos calientes. Creo que es asombroso que haya tanta gente creativa en el mismo lugar durante tanto tiempo", subraya.


El grupo The Patinettes, las charangas, las tapas, el queso y la morcilla han sido algunos de sus descubrimientos en estos días, que se le han hecho cortos. El trato de los aragoneses es otro de los puntos fuertes para ella, incluido el de la gente que la atendió en el Alberge Juvenil, donde se alojaba. "Volveré", asegura.


También ha cambiado de continente Diego Cooper, aunque en su caso el choque cultural ha sido menor, ya que procede de Chile. "Estaba en Málaga, en un congreso, y leí que eran las fiestas en Zaragoza, así que decidí venir", explica.


A diferencia de Tess, Diego buscaba diversión pero también relax, ha mezclado la fiesta con el turismo y ha vivido menos la noche. "Fui a los cabezudos, a varios conciertos en las plazas, vi las presentaciones folklóricas, el pregón... El pregón es muy bueno, pero Interpeñas no me gustó tanto, porque no es tan típico”.


“He hecho turismo, caminando, y lo que he visto me ha encantado. La plaza del Pilar es muy linda, la vista de la iglesia desde el río, el Parque Grande…”, recuerda. También se demuestra fascinado por la gastronomía aragonesa, “de lo mejor que he probado en mi vida”. Hasta tiene ya restaurante favorito en Zaragoza, La Jamoneria, “con una atención excepcional”. Él también se ha quedado con ganas de más: “¡Definitivamente volveré a Zaragoza!”