En el corazón de la fiesta / 7

"En el Pilar nos desbordamos en una euforia contagiosa"

Eduardo López Banzo es el director de la orquesta Al Ayre Español, que cumple 25 años en 2013.

Eduardo López Banzo, director de Al Ayre Español
"En el Pilar nos desbordamos en una euforia contagiosa"
MARCO BORGGREVE

Eduardo López Banzo (Zaragoza, 1961) es el director de la orquesta Al Ayre Español, que cumple 25 años en 2013. Aquí repasa la trayectoria y el futuro del grupo y su pasión por las fiestas, vinculadas a espacios como la iglesia de San Carlos y las calles de alegría infinita. “La calle es de todos”, dice.


-Este Pilar imagino que es algo distinto para Al Ayre Español y para usted: la orquesta cumple 25 años.


Al Ayre Español ha sido una progresión, un proyecto que ha sabido madurar como un buen vino. 25 años significa un punto intermedio en una trayectoria: mirar hacia atrás y ver la evolución no sólo de un proyecto, sino de un país, de un sector. Es un momento para plantearse no solo a dónde hemos llegado, o dónde estamos, sino sobre todo nuevos retos y muchas cuestiones no sólo por parte de Al Ayre Español, sino también por parte de los zaragozanos y aragoneses ya que esta orquesta es patrimonio de todos.


-¿Cuál sería el balance?


De satisfacción y orgullo: hemos puesto nuestro granito de arena, todo nuestro esfuerzo como embajadores de nuestra tierra en situar a Zaragoza en la primera división del mapa de la música en Europa. Creo sinceramente que podemos sentirnos orgullosos de ser una referencia. Al Ayre Español es un modelo y una marca cultural en todos los escenarios e intentamos representar lo mejor de esta tierra. Miro al frente con mucho optimismo.


-¿En qué momento está la compañía?


Artísticamente en su mejor momento, porque el calendario de actuaciones sigue siendo intenso y de gran calidad; seguimos abordando todo aquello que nos proponemos, abarcando desde la ópera a la música de cámara. Somos muchos los que seguimos creyendo de este proyecto, sumando esfuerzos e impulsando el liderazgo: instituciones, empresas, público, artistas, etc. Así lo creen y lo apoyan Industrias Químicas del Ebro e Ibercaja, la colaboración del Gobierno de Aragón, del Ayuntamiento de Zaragoza, el Ministerio de Cultura, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, y el Centro Nacional de Difusión Musical, y gracias a todos ellos seguimos muy vivos.


-¿Cómo les afecta la crisis?


Nos ha afectado como a todos, pero soy de los que piensan que las crisis son un buen momento para replantearse las cosas y renovarse. Al Ayre Español es una suma de todo ese esfuerzo colectivo, público y privado, bien gestionado en todos sus sentidos. Cada día demostramos que nuestro trabajo tiene un retorno directo y cosechamos éxitos artísticos y humanos.


-¿En qué proyectos están trabajando?


Ahora mismo estamos desarrollando mucho la música de cámara, que es el centro de gravedad de la música, con programas muy atractivos que exploran, como siempre ha sido en Al Ayre Español, los tesoros ocultos de este repertorio. El 27 de octubre actuaremos para la Sociedad Filarmónica de Zaragoza con un programa bellísimo compuesto por sonatas de Handel, y me siento muy satisfecho de seguir en esta línea ‘Handeliana’ porque las críticas que recibimos subrayan la originalidad de nuestro enfoque. Muy interesante también es la gira prevista en diciembre en las que presentamos una selección de cantadas del madrileño José de Torres, inéditas y en riguroso estreno mundial.


-¿Qué significan las fiestas del Pilar para usted?


Las siento como algo muy propio, son unos días de convivencia, de participación y celebración lúdica ciudadana, unos días para olvidar los problemas y disfrutar de lo que esta ciudad y sus gentes ofrecemos. La Basílica es un icono y referente sobre todo a los que hemos nacido en Zaragoza, ¿quién no ha hecho de guía de familiares o amigos para visitar el Pilar? Es un edificio único, que encima es el receptáculo de obras de arte de primera magnitud.


-¿Qué es lo que más le gusta?


Me gusta el ambiente tan festivo, tan peculiar que las fiestas tienen. El carácter aragonés se desborda en una euforia contagiosa. Pasear, coincidir con la gente y celebrar lo que todos nosotros tenemos en común, para bien y para mal. Estos días la calle es de todos.


-Hablemos de conciertos. ¿Qué grupos y solistas te han marcado especialmente?


Gustav Leonhardt, cuyas enseñanzas siguen siendo un punto de partida en todos mis planteamientos musicales. Entre otros, el violoncellista Christophe Coin fue la persona que me abrió los ojos por su enfoque lírico de la música.


-Para el Pilar sale lo mejor, decía un lema. ¿También en música clásica?


Las fiestas del Pilar se caracterizan principalmente por una programación lúdica y participativa, en la que también hay un espacio para quien desee momentos de tranquilidad disfrutando de Música Clásica Pilar 2013 en la Sala Luis Galve del Auditorio.


-¿A qué recuerdos están asociados estos días?


Recuerdo los conciertos que se hacían en la Iglesia de San Carlos Borromeo, con toda aquella carga de acontecimiento iniciático que tenían. De joven he vivido estas fiestas con la intensidad que aquí les damos pero eso son cosas que pertenecen a esa etapa de la vida donde la energía sobra y los Pilares eran un buen momento para entregarse a las actividades más dionisíacas.


-¿Cómo le contaría a un forastero el ambiente de las fiestas del Pilar?


Creo que a pocas personas hay que describirles lo que aquí se vive en estos días plenos de vitalidad y alegría. Son muchas las que acuden, dejándose llevar por el ambiente tan hospitalario y lúdico que aquí se respira. Pero desde luego les diría que si quieren disfrutar y divertirse, no se las pierdan.


-¿Su pasión gastronómica y sus lugares favoritos?


Yo siento ahora mismo predilección por mi restaurante favorito, La Retama, cocina vegetariana de primera. También me encanta el famoso Palomeque, un lugar de referencia, y Ric 27, que a su excelente cocina añade un genuino toque italiano servido con muy buen gusto.


-¿Qué le sugiere la Ofrenda?


Es un acto muy emotivo y la mejor manifestación anual del orgullo aragonés, de sentirnos muy de aquí, a pesar de lo críticos que somos con nosotros mismos. Su colorido y la hermosa liturgia que posee hacen que este acto atraiga mucho a los visitantes.


-Recomiéndanos discos y grabaciones que debiéramos oír...


Aparte de mi discografía, una buena parte de la cual acaba de reeditar Sony en una caja de 8 discos, no puedo entender la música sin la aportación que supuso el cuarteto de cuerda y en ese sentido recomendaría las bellísimas grabaciones de los cuartetos de Mozart, Haydn y Beethoven del Quatuor Mosaïques, llenas de belleza.


-¿Cómo se lleva con la jota?


Nunca he tenido mucho contacto con ella. Para mí es una gran manifestación de ese tremendo desparpajo de nuestro carácter propio. Es una música muy potente, hecha para escucharse en cualquier rincón de la ciudad, alegre, desenfadada, colorida y llena de emoción.


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