Toros

Padilla vuelve a Zaragoza con el recuerdo aún latente

Lo hará acompañado por los dos toreros más importantes de esta temporada, Julián López "El Juli" y Alejandro Talavante.

Padilla, en una corrida el pasado mes de septiembre.
Intervenido Padilla para mejorar la apertura de su ojo izquierdo
LAUREANO VALLADOLID

Juan José Padilla hace el primero de su dos paseíllos en la Feria del Pilar de Zaragoza, un año después de la gravísima cornada que sufrió en la cara en esa misma plaza, que le costó la pérdida de su ojo izquierdo, y del que ha conseguido sobreponerse para volver a los ruedos como si nada hubiera pasado. 


Permanece en el recuerdo aquella fatídica tarde del 7 de octubre de 2011 cuando un toro de la ganadería de Ana Romero prendió al diestro jerezano en el tercio de banderillas, infiriéndole ya en el suelo una terrible cornada en la parte inferior de la mandíbula, debajo de la oreja, que salió por la órbita ocular izquierda.


Desde entonces Padilla ha luchado contra viento y marea para recuperarse y conseguir volver a ponerse delante de la cara del toro, imponiéndose con arrojo y mucho amor propio a las secuelas y limitaciones que le van a quedar de por vida.


"El Ciclón de Jerez", sobrenombre con el que se conoce a Padilla, o el "Héroe del Parche", como es considerado ahora después de todos los meses de lucha y de continuas entradas y salidas de los quirófanos, se ha convertido en un ejemplo de superación y de amor a la profesión.


"Mi vida es el toreo. No se hacer otra cosa que ponerme delante de un toro. Son emociones que me hacen sentirme vivo, y ahora voy a seguir luchando no sólo para conseguir hacer una vida normal, sino también para volver a torear con todas las garantías, y retornar el año que viene a Zaragoza", señaló Padilla hace algo menos de un año a la salida del hospital de la capital aragonesa.


Desde entonces, Padilla ha llevado a cabo una dura lucha personal para adaptarse a su nueva vida, y conseguir poco a poco afianzándose y adquiriendo seguridad a base de mucho sudor y muchas horas de entrenamiento en el campo, hasta acabar anunciando su vuelta a los ruedos esta temporada, que inició en Olivenza (Badajoz) el pasado 4 de marzo.


Una campaña que, lejos de ser selectiva y precavida, ha completado con 66 paseíllos en sus espaldas (sin contar los dos que le restan en Zaragoza) en la que el jerezano no ha rehusado acudir a grandes plazas y ferias como Valencia, Sevilla, Córdoba, Bilbao, Alicante, Burgos, Pamplona, Santander, Málaga, Gijón, San Sebastián, Valladolid, Salamanca, Logroño y, ahora, Zaragoza.


Un año duro de muchos compromisos que ha ido compaginando con revisiones médicas periódicas e incluso intervenciones como la que fue sometido para operarse el oído en julio o las más reciente, hace escasas dos semanas, para una cirugía explorativa del ojo para recuperar la movilidad del párpado.


Lo único que ha cambiado es el tipo de toro al que se ha enfrentado este año, ganaderías más "comerciales", habituales en los carteles de "figuras", que distan mucho de aquellas divisas duras y ásperas por las que se ha hecho respetar como torero de valor, arrojo y oficio, lo que se conoce como un "gladiador" del toreo, en sus dieciocho años de alternativa.


A partir de las cinco y media, Padilla volverá a pisar el albero donde el año pasado derramó su sangre, y esta vez lo hará acompañado por los dos toreros más importantes de esta temporada, Julián López "El Juli" y Alejandro Talavante, para dar cuenta de una corrida de toros de la ganadería de Daniel Ruiz.


Pero no sólo trenzará el paseíllo en el coso de la Misericordia, pues el viernes cumplirá su segundo y último compromiso en el ciclo pilarista frente a un encierro de Antonio Bañuelos, en un cartel que completan Manuel Díaz "El Cordobés" y el joven Jiménez Fortes.